El Gobierno andaluz implicar¨¢ a los ayuntamientos en la gesti¨®n del primer plan integral de inmigraci¨®n

Andaluc¨ªa es, tal vez, el mejor laboratorio natural para estudiar el fen¨®meno de la inmigraci¨®n en Espa?a. Es zona de tr¨¢nsito en las costas gaditanas, donde son necesarias actuaciones de acogida y asistencia inmediata y punto de destino en algunas comarcas de Almer¨ªa o Huelva, donde las demandas tienen m¨¢s que ver con la inserci¨®n social y laboral.

Intervenir desde las administraciones ante un fen¨®meno heterog¨¦neo, mutante y creciente no es f¨¢cil, pero la pasividad propicia la marginaci¨®n de los reci¨¦n llegados y las actitudes xen¨®fobas de los receptores. A los sucesos de El Ejido de 2000 contribuy¨®, en parte, la dejaci¨®n de las distintas administraciones a la hora de actuar para facilitar la integraci¨®n de miles de inmigrantes que comenzaron a llegar en los ochenta, y a amortiguar el choque con la sociedad de acogida.

La Junta pretende abordar, por vez primera, de una forma integral el fen¨®meno de la inmigraci¨®n en la comunidad, donde estima que residen unos 86.500 inmigrantes no comunitarios, con o sin papeles. Aunque representan el 11% del total espa?ol, ni siquiera significan el 1,2% de la poblaci¨®n andaluza, pero en algunas localidades de Almer¨ªa superan el 10%, lo que evidencia la desigual distribuci¨®n geogr¨¢fica del colectivo.

La Consejer¨ªa de Gobernaci¨®n, que coordina las pol¨ªticas migratorias, ha elaborado ya el documento marco que recoge las directrices b¨¢sicas del plan, que ser¨¢ debatido en el Foro Andaluz de la Inmigraci¨®n y en el Parlamento antes de que el Consejo de Gobierno le d¨¦ luz verde. Una de las novedades que contempla el documento es la descentralizaci¨®n de la gesti¨®n de las medidas del plan. La Junta pretende implicar a los ayuntamientos en su aplicaci¨®n a trav¨¦s de la firma de convenios singulares.

Planificaci¨®n

El texto ser¨¢ el instrumento de planificaci¨®n que recoger¨¢ todas las medidas necesarias para responder a los retos que plantea comenzar a atender una sociedad que camina hacia el mestizaje, como la andaluza. Engloba medidas en materias laboral, sanitaria, educativa, vivienda, recursos sociales, formaci¨®n e investigaci¨®n, cultural, sensibilizaci¨®n social y cooperaci¨®n al desarrollo con los pa¨ªses de origen de los inmigrantes. La financiaci¨®n del mismo, a¨²n sin cerrar, parte de de lo invertido en 2000 pol¨ªticas relativas a la inmigraci¨®n en Andaluc¨ªa: 11.000 millones de pesetas. Gobernaci¨®n persigue, adem¨¢s, que en 2002 el plan disponga de su propio programa en el Presupuesto de la Junta.

El documento marco se?ala que la inmigraci¨®n debe ser tratada como 'un tema de inter¨¦s general' y que la Junta 'no puede dar la espalda' ante las situaciones de precariedad y exclusi¨®n social de los inmigrantes, con independencia de su situaci¨®n administrativa. Los redactores puntualizan que, obviamente, no se vulnerar¨¢ la Ley de Extranjer¨ªa vigente, aunque tratar¨¢n de buscar los resquicios que permitan amortiguar las diferencias en la atenci¨®n de los inmigrantes que no tengan papeles respecto a los regularizados. 'La exigencia de acogida, atenci¨®n e inserci¨®n social para hacer posible la integraci¨®n no puede verse limitada por razones administrativas ya que viene dada por un imperativo moral de solidaridad y de respeto a los derechos humanos', reza el texto.

Las tres l¨ªneas que definen el plan son su car¨¢cter integral, flexible para responder a las caracter¨ªsticas nuevas e interactivo respecto a la sociedad de acogida: 'Ello significa que la sensibilizaci¨®n social sobre el fen¨®meno de la inmigraci¨®n, el rechazo del racismo y la xenofobia y la exaltaci¨®n del valor de la interculturalidad deben estar presentes en el plan'. La Junta, adem¨¢s, plantea una participaci¨®n m¨¢s activa de las regiones en el dise?o de la pol¨ªtica europea en materia de inmigraci¨®n a trav¨¦s del comit¨¦ de las regiones.

El documento se inspira en una serie de principios como la igualdad (en derechos, obligaciones y oportunidades de los inmigrantes), la participaci¨®n social, la pluralidad cultural y la normalizaci¨®n. A prop¨®sito de ¨¦sta, se recoge en el texto: 'Las medidas que el plan contemple no pueden ser excepcionales y/o distintas a las que desarrollan los poderes p¨²blicos ordinariamente. No se trata de crear una red paralela para la prestaci¨®n de los servicios'.