Goles para calmar el apetito (4-1)

En un partido de guante blanco, donde incluso el gol de Guayre fue bien recibido por bien parido, el Barcelona reclam¨® un puesto noble en la tabla de la Liga y se ase¨® para recibir el pr¨®ximo jueves al Liverpool. Nada mejor que un marcador luminoso en un encuentro de domingo tranquilo para responder a la pesada ch¨¢chara de entre semana. Ya acostumbrado a la maledicencia, el equipo azulgrana no repar¨® en un ambiente de absentismo, y se dio una peque?a fiesta, ¨ªntima si se quiere, sin mucho ruido, aunque meritoria. Pide el plantel un mejor trato en una ¨¦poca en que la virtualidad devora al presente, y las altas y bajas van y vienen como si empezara el curso. Necesitado de una cierta paz, el Barcelona agradeci¨® la visita del Las Palmas, un equipo que no presion¨® para nada, que dej¨® hacer, que pas¨® de puntillas por el mar de fondo azulgrana.

Frente a la modorra canaria, los barcelonistas estuvieron bien despiertos. Ni el bello y sereno gol de Guayre, tan largo y pl¨¢stico en su ejecuci¨®n como el nombre de la Uni¨®n Deportiva Las Palmas, destempl¨® al Barcelona, que se aplic¨® por igual en dos tiempos resueltos, sin embargo, de forma opuesta.

El primer tramo fue ya muy visto. El f¨²tbol del Bar?a provoca a veces un efecto repetitivo como la comida. El equipo se posiciona acad¨¦micamente en el campo, con los dos extremos bien abiertos, y toca como un pasabolas. Le cuesta darle aire al campo y velocidad a la pelota. Le falta un punto de calidad para jugar de primera y carece de capacidad para sorprender. La salida y desborde por las bandas, sobre todo por la de Gabri, alivi¨® los problemas ofensivos de los azulgrana, que remontaron en dos acciones muy mal defendidas por los centrales rivales, aunque el segundo tanto lo firm¨® Overmars, todo un acontecimiento en el Camp Nou dada la mala punter¨ªa del extremo holand¨¦s.

Pese al marcador, el Las Palmas tuvo el partido a huevo hasta bien entrada la segunda parte. Le falt¨® ambici¨®n y juego, y como cualquier modesto acab¨® por apuntar al ¨¢rbitro, que se desentendi¨® en una jugada de posible penalti a Jorge y expulsi¨®n de Frank de Boer.

El Barcelona transiti¨® como pudo por los momentos de desorientaci¨®n que acabaron cuando Guardiola entr¨® en el campo y alivi¨® la tarea de Xavi, que pas¨® a jugar de media punta, y dio salida a Frank de Boer. El central rompi¨® la monoton¨ªa y la peligrosidad del partido con una diagonal que habilit¨® a Rivaldo para que zanjara cualquier duda con el tercer tanto.

Resuelto el choque, incluso apareci¨® Dani para meter su primer gol del campeonato en una jugada muy bien pintada y que es de gran agrado para los azulgrana: el medio profundiza (Coc¨²), el extremo penetra para centrar (Overmars) y el delantero centro remata a puerta vac¨ªa. Fueron momentos dulces para el Barcelona, que tuvo un gran control de la pelota y del partido y gener¨® muchos espacios en campo canario, tanto en las triangulaciones como entrando por los flancos, donde Overmars es incontenible y Gabri ha aprendido a doblar a Luis Enrique, un futbolista que acostumbra a romper con sus diagonales y apariciones medidas en el ¨¢rea.

Para entonces, ya no hab¨ªan noticas del Las Palmas, que se descoloc¨® con los cambios y concedi¨® demasiadas ocasiones, pese a alinear hasta tres centrales. No supo guardar la pelota y le cost¨® disparar el contragolpe, pese al gol de Guayre, una perla tanto por el gol como por las jugadas que intent¨®, buscando siempre el uno contra uno, encarando al defensa.

Los goles, al fin y al cabo, colorearon el partido, que tuvo muchos momentos muertos, de cierto suspense, m¨¢s que por el poder de intimidaci¨®n del Las Palmas por el trabajo forzado del Barcelona, al que le cost¨® destaparse y abrazar una victoria bals¨¢mica en espera del Liverpool en la que debe ser la eliminatoria del a?o.