Un fiscal de izquierdas
Jes¨²s Vicente Chamorro, otro amigo querido del alma que nos abandona, ejemplo de fiscal, extraordinario jurista, ciudadano magn¨ªfico, hombre de izquierdas en su forma de pensar, fiel siempre a sus ideales y leal con todas las personas que le conocieron.
Fue Jes¨²s hijo de carabinero, de ideas republicanas como toda su familia. Siendo todav¨ªa jovencito, ante una de las mentiras del franquismo que comentaba, su madre le dijo: '?Hijo, pobres, s¨ª; tontos, no!', frase que ¨¦l siempre recordaba.
Antes de ingresar en la carrera fiscal, tras licenciarse brillantemente en la Universidad de Salamanca, con un optimismo fuera de lo com¨²n, repart¨ªa clandestinamente por la calle octavillas del partido comunista que dec¨ªan: 'El r¨¦gimen no pod¨ªa ser eterno, ha llegado su hora'. Corr¨ªa el a?o 1948. Esper¨® con paciencia algunos a?os m¨¢s a que tan feliz acontecimiento llegara.
Viejo luchador, su optimismo era incre¨ªble. Orador formidable, sus convicciones prend¨ªan siempre ante el auditorio que con su ingenio se deleitaba. Gran parlamentario se perdieron las Cortes Generales.
Fundador de Justicia Democr¨¢tica, su entusiasmo no tuvo l¨ªmites. Colabor¨® con todos sus miembros a la conquista del Estado de derecho, a un r¨¦gimen de libertades, a una justicia digna de un pa¨ªs digno, lo que vio en gran parte recogido en la Constituci¨®n. Daba gusto leer escritos suyos en aquellos a?os inolvidables que ojal¨¢ no vuelvan nunca porque eso ser¨ªa prueba de la existencia de un r¨¦gimen fascista en nuestro pa¨ªs.
?l se gan¨® siempre el respeto de cuantos pertenecieron a aquella asociaci¨®n clandestina que, entre otras cosas, luch¨® en todo instante por la libertad asociativa en la magistratura. Era tan peque?o de estatura como grande era su inteligencia y sabidur¨ªa. Gran procesalista, civilista, penalista. Uno de los juristas de los que pod¨ªa presumir la carrera fiscal.
Pero destac¨® igualmente por la exquisitez en el castellano que utilizaba, siempre bell¨ªsimo. Se sab¨ªa el Quijote de cabo a rabo. Las obras de Unamuno y Antonio Machado reposaban siempre en su mesilla de noche. Era de una sutileza fuera de lo com¨²n, distinguiendo siempre entre los instruidos y los cultos a la hora de juzgar a los intelectuales, si bien en todo instante estaba al lado de los m¨¢s humildes, de los marginados, de los humillados, de todos aquellos, en fin, que socialmente nunca han sido atendidos en su educaci¨®n, cuya falta es siempre la cuna de su marginaci¨®n.
Querido Jes¨²s: los miembros de Justicia Democr¨¢tica, que tanto recibimos de tu maestr¨ªa en todos los terrenos, no podremos nunca olvidarte. Ignoro d¨®nde te encontrar¨¢s en estos momentos. Pero el d¨ªa de ma?ana me gustar¨ªa encontrarte en el Olimpo, en compa?¨ªa de Luis Bur¨®n, Carlos de la Vega, Paco Huet, Rafael Est¨¦vez, Fernardo Jim¨¦nez Lablanca, Antonio Carretero y de todos y todas aquellas otras personas que digas, pues jam¨¢s me defraudaron todas las que conoc¨ª a trav¨¦s de ti.
Te ruego que desde ese lugar vigiles y est¨¦s atento para impedir que Espa?a vuelva a padecer una dictadura. Pero si ese momento llegara, aunque no lo creo, procura enviarnos a algunos Chamorritos, capaces de repartir octavillas primero, y despu¨¦s..., ?a ti qu¨¦ te voy a contar?
?Hasta luego, Jes¨²s, Chamorro, Chamorrito. Compa?ero del alma.-
JUAN JOS? MART?NEZ ZATO es jefe de la Inspecci¨®n Fiscal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.