El juez archiva el caso del guineano muerto en la comisar¨ªa de Arrecife
Los dos polic¨ªas que lo detuvieron quedan exentos de cargos
El guineano Antonio Augusto Fonseca Mendes, fallecido en la comisar¨ªa de Arrecife (Lanzarote) en la madrugada del 20 mayo de 2000, falleci¨® de muerte natural, es decir, por causas no imputables a terceros, seg¨²n el auto de archivo dictado por el Juzgado n¨²mero 1 de Arrecife. Los dos polic¨ªas nacionales que le detuvieron y condujeron a comisar¨ªa quedan libres de cargos, a menos que la familia del fallecido o la Uni¨®n General de Trabajadores e Izquierda Unida Canaria, personados en el caso, recurran el auto.
Fonseca fue detenido en el portal de la casa donde viv¨ªa su hermana Amalia en la madrugada del 20 de mayo de 2000. Dos agentes de la comisar¨ªa de Arrecife lo persiguieron durante varios minutos por las calles del centro de la capital lanzarote?a. Fue la ¨²ltima vez que se le vio en la calle con vida a Fonseca. Esa misma madrugada, a las 3.40, fue certificada su muerte. Su hermana denunci¨® por presunto asesinato a los dos agentes que lo detuvieron.
El juez Sergio Jos¨¦ D¨ªaz Garc¨ªa declara en su auto, al que ha tenido acceso este diario, que de los tres peritos m¨¦dicos que intervinieron en el caso, dos de ellos coinciden en se?alar que ning¨²n golpe pudo causar la muerte a Fonseca. S¨®lo el forense contratado por la familia, Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Andrade, sostuvo la tesis del golpe mortal.
'Sin embargo', mantiene el juez D¨ªaz Garc¨ªa, 'llama la atenci¨®n y resulta en cierto sentido parad¨®jico que el se?or Garc¨ªa Andrade sostenga que un golpe en el cuello fue el causante del fallecimiento del se?or Fonseca Mendes y que en la comparecencia celebrada el d¨ªa 7 de septiembre de 2000 manifieste que apreci¨® un traumatismo profundo en dicha zona y, ni siquiera, se digne a enviar dicho paquete muscular al Instituto de Toxicolog¨ªa para su an¨¢lisis, con los argumentos de que no ten¨ªa dudas de que dicho golpe habr¨ªa sido dado en vida, ello sin olvidar que a pesar de que manifiesta que examin¨® con detenimiento la zona del cuello y apreci¨® un traumatismo profundo en dicha zona, resulta tambi¨¦n en cierta medida inexplicable que no haya detectado la punci¨®n en la yugular que manifiesta el doctor [Francisco] Caravaca que practic¨® al se?or Fonseca en sus intentos de reanimaci¨®n en las dependencias de la comisar¨ªa'.
Contradicciones
El auto tambi¨¦n hace referencia a las declaraciones de Juan Jos¨¦ Hormiga, testigo presentado por la familia de Fonseca, que asegur¨® haber presenciado desde su celda, aquella noche, c¨®mo dos polic¨ªas golpeaban al ciudadano guineano hasta matarle. Hormiga fue detenido esa noche por atracar, junto a un amigo, un bar de la localidad de T¨ªas, a 12 kil¨®metros de Arrecife. Seg¨²n el propio Hormiga, esa detenci¨®n se produjo entre las 12.30 y las 12.45 del 20 de mayo, con lo cual pudo presenciar la muerte de Fonseca, horas m¨¢s tarde.
Sin embargo, la Polic¨ªa de Arrecife declar¨® en todo momento que Hormiga ingres¨® en sus dependencias a las 6.00 horas, es decir, bastante tiempo despu¨¦s de la muerte de Fonseca, que fue certificada a las 3.40 horas de la madrugada por el doctor Caravaca, del Servicio de Urgencias Canario.
Para rebatir las declaraciones de Hormiga, el abogado de los dos polic¨ªas recurri¨® al testigo ?scar David Hern¨¢ndez, quien asegur¨® ver esa noche a Hormiga atracando en su bar de la localidad de T¨ªas. Al ver al ladr¨®n Hern¨¢ndez llam¨® a su hermano, que es el jefe de la Polic¨ªa local de T¨ªas.
En la resoluci¨®n del caso han sido determinantes las facturas de tel¨¦fono en las que se aprecia que ?scar David Hern¨¢ndez avis¨® a su hermano a las 2.24 horas del 20 de mayo. 'De todo ello se desprende, sin ning¨²n g¨¦nero de dudas, que cuando el se?or Hormiga Lorenzo estuvo en las dependencias de la Polic¨ªa el se?or Fonseca Mendes ya hab¨ªa fallecido y su cad¨¢ver trasladado', concluye el auto.
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