El Deportivo se deshace
La energ¨ªa y el juego a¨¦reo del Leeds dejaron al equipo de Irureta al borde de la eliminaci¨®n
El Deportivo lleg¨® a Elland Road encaramado en una nube y sali¨® arrastr¨¢ndose por el fango. La en¨¦rgica y alegre muchachada del Leeds se llev¨® por delante al campe¨®n espa?ol, que fue de m¨¢s a menos: empez¨® con seriedad y consistencia, pero se deshizo sin remedio en cuanto los ingleses pescaron un gol en una falta mediada la primera parte. El Depor se acostumbr¨® a la comodidad con que hab¨ªa llevado el partido al principio y desde ese momento vivi¨® una noche de pesadilla. El Leeds, un buen equipo y nada m¨¢s, aprovech¨® su superioridad a¨¦rea para dejar noqueado a un cuadro al que s¨®lo la leyenda de Riazor permite mantener ciertas esperanzas.
Entre la raz¨®n y la pasi¨®n, el Deportivo se qued¨® con lo primero para afrontar su cita. Desde el comienzo dio la impresi¨®n de que el conjunto de Irureta trataba de congelar el encuentro, de impedir que el juego quedase marcado por la previsible acometividad inglesa. Su apuesta tuvo ¨¦xito en el arranque, ya que hasta mediada la primera parte apenas pas¨® apuros. Aunque el f¨²tbol del Leeds siempre parece propulsado por una corriente el¨¦ctrica, el Depor impuso un ritmo m¨¢s pausado y consigui¨® alejar la pelota del ¨¢rea de Molina y confinar el juego en los alrededores del c¨ªrculo central, una zona donde el grupo de Irureta disfrutaba de relativa tranquilidad a pesar de la tenacidad del Leeds para empujarle contra la pared.
LEEDS UNITED 3| DEPORTIVO 0
Leeds United: Martyn; Mills, Ferdinand, Matteo, Harte; Bowyer, Batty, Dacourt, Kewell (Wilcox, m. 84); Smith y Viduka. Deportivo: Molina; Manuel Pablo, C¨¦sar, Naybet, Romero; Emerson, Duscher (Valer¨®n, m. 56); Scaloni (Trist¨¢n, m. 72), Djalminha, Fran (Pandiani, m. 72); y Makaay. Goles: 1-0. M. 26. Falta al borde del ¨¢rea cometida por C¨¦sar sobre Smith. Harte lanza duro con la izquierda, la pelota pasa por encima de la barrera y se cuela por el centro de la porter¨ªa de Molina. 2-0. M. 54. Kewell progresa por la izquierda, centra al ¨¢rea y Smith se adelanta a C¨¦sar y Romero y cabecea a gol. 3-0. M. 66. C¨®rner por la izquierda, Valer¨®n toca de cabeza quitando el bal¨®n a Molina y Ferdinand cabecea sin que Manuel Pablo y Naybet puedan cortar en la l¨ªnea de gol. ?rbitro: Gilles Veissier (Francia). Amonest¨® a Matteo, Emerson, Batty y Dacourt. Unos 40.000 espectadores en el estadio de Ellan Road.
Aunque a sus jugadores les falte la melena, el Leeds es un equipo con aire de los a?os sesenta. Su f¨²tbol destila un desparpajo pop muy apropiado para un bloque de esp¨ªritu juvenil, que se retrata muy bien en el rostro lampi?o de Smith. El descaro y el vitalismo confieren al Leeds su atractivo, junto a un f¨²tbol bastante elaborado que recuerda a la escuela del Liverpool.
Su electricidad se top¨® en el comienzo con el oficio del Deportivo, con su frialdad para rebajar el tono del choque y su consistencia para resistir las embestidas del rival. Hasta mediada la primera parte, el Depor vivi¨® confortablemente, a no ser por una gran jugada del australiano Kewell, un zurdo magn¨ªfico, que, tras burlar a dos rivales, remat¨® alto.
Pero lo que parec¨ªa una noche pl¨¢cida para el Deportivo empez¨® a torcerse a partir del gol de Harte, una falta impecablemente lanzada que hab¨ªa provocado Smith en una acci¨®n mal defendida por C¨¦sar. El tanto cambi¨® la cara del choque porque el marcador favorable desat¨® toda la energ¨ªa del Leeds, que fue acorralando poco a poco al Deportivo. Entre el desconcierto del gol y su fidelidad excesiva al gui¨®n inicial, el conjunto gallego qued¨® difuminado. Tanto empe?o puso en enfriar el choque que cuando quiso entrar en calor se dio cuenta de que, en realidad, ten¨ªa encima una tiritona monumental y no encontraba nada a mano para buscar abrigo. El g¨¦lido grupo de Irureta no tuvo respuesta al laborioso optimismo del Leeds y se fue al descanso sin haber rematado a puerta.
Las peores noticias a¨²n estaban por llegar. Al inicio de la segunda parte, el Deportivo pas¨® de la preocupaci¨®n a la alarma total cuando Smith, aprovechando la desatenci¨®n de la defensa blanquiazul, pesc¨® un bal¨®n bombeado y cabece¨® el segundo gol. Irureta trat¨® de levantar a su equipo recurriendo a Valer¨®n, quien, te¨®ricamente, deb¨ªa aportar la conexi¨®n entre el centro del campo y el ataque que no hab¨ªa existido. El Depor experiment¨® entonces una leve mejor¨ªa, pero no perdi¨® su aire inofensivo. Mientras tanto, el Leeds se consider¨® eximido de seguir llevando la iniciativa y le dej¨® hacer a la espera de que un contragolpe le facilitase completar la faena. Sin embargo, el tercer gol lleg¨® por otro camino: un nuevo cabezazo, esta vez de Ferdinand, quien aprovech¨® la indecisi¨®n de Molina y la incompetencia de la defensa blanquiazul en el juego a¨¦reo. Ni el recurso final a la heroica -Pandiani y Trist¨¢n, como el d¨ªa del Par¨ªs Saint-Germain- logr¨® resucitar al Depor.
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