Brehme: "Nadie puede extra?arse de que el Alav¨¦s nos gane 5-1"
Nadie a?or¨® en Mendizorroza a Javi Moreno, ausente por un esguince de tobillo que arrastra desde el partido de la selecci¨®n espa?ola ante Liechtenstein. El Alav¨¦s no necesit¨® al pichichi de la Liga para un choque que termin¨® siendo tan sencillo como dice el marcador.
Tanto que incluso el Kaiserslautern da la eliminatoria por perdida. "Para pasar a la final nos hace falta un milagro", asume el entrenador del equipo alem¨¢n, Andreas Brehme.
En cambio, en el discurso del Alav¨¦s, siempre prudente, mesurado y antieuf¨®rico, no existen t¨¦rminos gruesos. Todo el atrevimiento que demuestra en el campo se torna timidez ante los micr¨®fonos. Man¨¦ sali¨® a la sala de prensa de Mendizorroza para apagar toda referencia a la final. "?Que a qui¨¦n prefiero en Dortmund? Primero hay que jugar en Kaiserslautern, y hacerlo con orgullo. Como si fuera el ¨²nico", contest¨®. "No podemos pensar que este tipo de partidos son tr¨¢mites. Esta euforia hay que contrapesarla con sensatez".
El t¨¦cnico alavesista recurri¨® a la memoria hist¨®rica, al 3-0 del Espanyol con el Bayer Leverkusen en la final de la UEFA. "Yo la viv¨ª de manera indirecta y recuerdo que en la vuelta el Espanyol cay¨® en los penaltis. Por eso hay que respetar la liturgia de los tiempos. Primero se debe jugar y luego celebrarlo".
Todos sus jugadores salieron del vestuario con esa misma lecci¨®n aprendida. Jordi Cruyff tambi¨¦n, que sac¨® a relucir su pasado azulgrana con la misma intenci¨®n: "El Barcelona fue all¨ª en 1992 con un 2-0 a su favor y sufri¨® hasta el minuto 93". Aquel a?o acab¨® alzando la Copa de Europa en Wembley.
Mientras el entrenador y los jugadores alavesistas a¨²n comparec¨ªan en p¨²blico tras el partido con cara de p¨®ker, los aficionados no les escuchaban. Salieron a la calle para celebrar este hecho hist¨®rico: el Alav¨¦s, en su primera comparecencia europea, tiene un pie y medio en la final despu¨¦s de haber perdido un solo partido (2-1 en Vallecas, aunque casi intrascendente). Pero las celebraciones de la afici¨®n tambi¨¦n se produjeron con mesura. De hecho, Mendizorroza no se llen¨® ayer. Quedaron m¨¢s de mil entradas por vender, de las casi 20.000 localidades del campo vitoriano.
Pero hubo otro agente importante en el partido. El ¨¢rbitro noruego result¨® decisivo. En cambio, ni Man¨¦ ni Andreas Brehme concedieron relevancia a sus decisiones. El t¨¦cnico alem¨¢n, con m¨¢s motivo para la protesta, admiti¨® abiertamente la superioridad del Alav¨¦s. "Hab¨ªa advertido a mis jugadores de que es un equipo fuerte y compacto.
Pero parece que nunca es suficiente advertencia", confes¨®, recalcando la val¨ªa de su rival. "Hay cinco o seis jugadores de ellos que han jugado de manera sobresaliente. Nadie puede extra?arse de que recibamos un 5-1 ante un equipo como el Alav¨¦s".
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