La publi
La publi ha pasado de ser el brazo armado del capitalismo a constituir la vitamina sin la que dificilmente sobrevivir¨ªan los medios de comunicaci¨®n. Para difundir esta obviedad ha sido preciso no s¨®lo que usted compre el diario, sino tambi¨¦n que quien edita alquile parte del espacio para anuncios (la cifra anual de negocio es de casi dos billones de pesetas, incluyendo Internet).
El intr¨ªngulis consiste en que una cosa no impida la otra: que las inserciones no molesten por cantidad ni calidad. Otro cantar es lo cre¨ªble que resulte la llamada 'informaci¨®n comercial': seg¨²n la Uni¨®n de Consumidores, siete de cada diez j¨®venes desconf¨ªan de los mensajes publicitarios.
En cuanto a la sustancia de los mismos, El Instituto de la Mujer concluye que el sector del autom¨®vil es el que emite mensajes m¨¢s sexistas, seguido de la ropa y accesorios, advirtiendo que el estereotipo de las mujeres como objetos, y especialmente como objetos sexuales, 'es una constante que no s¨®lo no remite, sino que aumenta'.
Todav¨ªa se denuncia poco, a pesar de que las empresas se?aladas suelen aceptar las sugerencias y rectificar sus campa?as, y m¨¢s si se les sacan p¨²blicamente los colores, como ocurri¨® hace a?os con el boicot decretado por Mujeres Progresistas a cierta marca de juguetes, con intervenci¨®n posterior de los tribunales.
Peliagudo asunto ¨¦ste, el de aspirar a una publicidad pol¨ªticamente correcta, o al menos no denigrante o retardataria respecto de la realidad social (en la que tanto se escudan algunos 'creativos' para hacernos creer que sus ocurrencias s¨®lo son un espejo de 'lo que hay'). Y complicado, lograr un punto de equilibrio entre la repugnancia que produce cualquier tipo de censura y el rechazo a los mensajes evidentemente insultantes. Ahora , Bienestar Social anuncia la resurrecci¨®n del Observatorio que sobre el papel creara Lourdes Alonso. Puede ser interesante, porque donde una instituci¨®n es capaz de promocionar un lugar con 'm¨¢s pelotas que en Mestalla', no habr¨¢ que ser muy perspicaz para reunir un coleccionable de 'perlas'. Y aqu¨ª lo tendr¨¢n, por el mismo precio, en la edici¨®n de cada domingo (se admiten colaboraciones).
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