El negro futuro de la profesi¨®n de militar
El bajo sueldo que ofrece el Ej¨¦rcito resulta clave para explicar que muchos j¨®venes no se sientan atra¨ªdos por enrolarse
Se buscan 20.000 j¨®venes con iniciativa, ganas de aventura, inter¨¦s por aprender una profesi¨®n y muy identificados con la defensa de la patria. Se ofrece alojamiento y manutenci¨®n a cargo de la empresa, posibilidades de promoci¨®n, viajes, sueldo fijo garantizado por el Estado, amplias opciones formativas en distintos apartados t¨¦cnicos y contrato por tres a?os prorrogables. Con esa cifra, el Ej¨¦rcito llegar¨ªa a los 102.000 j¨®venes menores de 30 a?os necesarios en la tropa y mariner¨ªa profesional, la ¨²nica v¨ªa de ingreso despu¨¦s de que el ¨²ltimo recluta obligatorio del servicio militar se incorporara a su destino. Ayer se produjo la ¨²ltima jura de bandera de soldados de reemplazo.
Luis Pelayo, Mari Luz Pascual y Vicente Castillo respondieron a esa oferta, y encontraron lo que buscaban. Pertenecen al Regimiento de Transmisiones 22, en Madrid, y los tres afirman que quieren quedarse y hacer carrera militar. Luis lleva seis a?os, se meti¨® 'despu¨¦s de ver que la mili no era tan mala' y a los 30 es cabo primero con una especialidad de administrativo. Afirma haber asumido que su trabajo 'es ser militar con un oficio'. Se da por satisfecho con 135.000 pesetas al mes, casado y con una hija.
Mari Luz renueva en mayo su contrato. Despu¨¦s de tres a?os, es cabo y ejerce de t¨¦cnico de telecomunicaciones. Nacida en Valladolid, vive en el cuartel despu¨¦s de acabar su jornada de 8 a 3 en el taller y se refiere al Ej¨¦rcito como su 'empresa'. No s¨®lo no ha buscado nada fuera, sino que va a prepararse para la Escuela de Suboficiales. El mismo convencimiento muestra Vicente Castillo, que se ha alistado con 18 a?os y est¨¢ encantado con la vida militar, el compa?erismo y la especialidad en inform¨¢tica que desarrolla. Por su destino y su talante, da la mejor imagen de la tropa profesional: el perfil de militar con oficio que a las Fuerzas Armadas les gustar¨ªa multiplicar para llegar a los 102.000 soldados que necesita.
Descenso de solicitudes
Pero hay serias dudas de que esa previsi¨®n se cumpla. Desde el Ministerio de Defensa se ha reconocido ya en varias ocasiones que no hay suficientes candidatos a profesionales para cubrir todas las plazas ofertadas. Actualmente hay 76.000 soldados profesionales, seg¨²n datos correspondientes al pasado mes de enero, y unos 15.000 de reemplazo, los ¨²ltimos de la mili. Con esas cifras, el Ministerio de Defensa estar¨ªa a falta de 10.000 efectivos para cumplir la previsi¨®n, pero a partir de diciembre, cuando se licencie el ¨²ltimo reemplazo, volver¨¢ a estar lejos de ver cumplidos sus objetivos de ocupaci¨®n. Adem¨¢s, el n¨²mero de candidatos ha ido en descenso: en 1998 Defensa recibi¨® 52.000 solicitudes; un a?o despu¨¦s registr¨® 39.000, y el a?o pasado baj¨® hasta las 27.000.
'Hay un prejuicio hacia el Ej¨¦rcito. El ciudadano sigue teniendo una visi¨®n muy influenciada por el anterior r¨¦gimen, que ha sido reforzada por la mili'. Esa es la conclusi¨®n de Julio M¨¦ndez, jefe del equipo de Creativos de Publicidad, SA, que recibi¨® el a?o pasado el encargo de la campa?a de las Fuerzas Armadas profesionales. Bajo el lema Ven, aqu¨ª hay un mundo para t¨ª, la agencia dispuso de 2.000 millones de pesetas para convencer a los j¨®venes espa?oles de entre 17 y 27 a?os 'de que el Ej¨¦rcito es una opci¨®n'. 'Desde el punto de vista estrictamente profesional, el principal obst¨¢culo al que nos enfrentamos para vender este producto es la tremenda trascendencia que tiene el comprarlo. Es decir, no es lo mismo comprar una camisa que comprar una casa o un coche. Pues en este caso estamos hablando de comprar una forma de vida. Algo como para meditarlo'.
La realidad es que el Ej¨¦rcito del siglo XXI est¨¢ muy lejos del de los a?os ochenta, cuando se forj¨® la leyenda negra de la puta mili. Lejos de las novatadas, la brutalidad, el abuso del mando, el desprecio, la transgresi¨®n sistem¨¢tica de derechos, lejos de la media de 30 suicidios de reclutas al a?o que lleg¨® a registrar la Oficina del Defensor del Soldado. Pero esa oficina a¨²n recoge al a?o m¨¢s de 12.000 consultas, ahora de la tropa profesional. La mayor¨ªa son de soldados que quieren resolver su compromiso porque no han encontrado lo que esperaban.
Como en la mili
Seg¨²n el director de la Oficina, Francisco Casta?¨®n, 'el problema es que el Ej¨¦rcito, tal como est¨¢ dise?ado actualmente, no resulta atractivo ni siquiera para los que quieren hacer una carrera militar. Est¨¢ creciendo un sentimiento de frustraci¨®n, porque la gente que entra en las Fuerzas Armadas est¨¢ viendo que no tiene nada que ver con lo que le prometieron. En la publicidad aparecen subidos en motos, en carros, arreglando aviones, viajando... Luego, llegan al cuartel y se dan cuenta de que van a hacer exactamente lo mismo que en la mili pero cobrando'. Y adem¨¢s, no mucho. 'Hoy no se le puede ofrecer a un chaval de 20 a?os 100.000 pesetas por estar en una garita con una metralleta. La falta de incentivo econ¨®mico est¨¢ resultando clave', afirma.
Es el caso de A. M., que se alist¨® como profesional en el Ej¨¦rcito del Aire hace cuatro a?os, y ahora afirma: 'En la calle me ofrecen en varios sitios el doble de lo que estoy ganando en el Ej¨¦rcito'. No da su nombre para no comprometerse ante sus mandos, 'aunque te lo dicen hasta los oficiales: que te vayas, que hace falta mucha vocaci¨®n para estar aqu¨ª en estas condiciones'. Su queja se resume en que 'nada es como te lo pintan'. Un sueldo de 101.000 pesetas, 'que despu¨¦s de impuestos en realidad son 75.000. Para eso te vas a la Guardia Civil, a hacer lo mismo pero fijo y bien pagado'.
Pasar a la Guardia Civil es una de las opciones mejor contempladas por la tropa profesional. Dentro de los programas para volver a la vida civil, el cuerpo reserva un 50% de sus convocatorias de plazas anuales para ex soldados de la tropa profesional. Una oportunidad que va a aprovechar F. B., que adem¨¢s de decepcionado est¨¢ lejos del destino que quer¨ªa, porque pretend¨ªa estar en Madrid y se halla en Canarias. Afirma que 'en el Ej¨¦rcito hay todav¨ªa mucho Rambo suelto', y no recomienda a nadie que haga caso de la publicidad. Despu¨¦s de seis a?os, no ha ascendido a cabo, cuando es un paso que se suele dar durante el primer contrato. Adem¨¢s, no ha salido ni una plaza de su especialidad para acercarse a su casa.
'Una vez acabado el periodo formativo, lo ¨²nico que puede retener a un chaval en el Ej¨¦rcito es la vocaci¨®n y el gusto por la vida militar', reconoce el coronel Santiago Tijero, de la Subdirecci¨®n General de Reclutamiento.
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