Estudiantes puede m¨¢s (76-73)

Una falta innecesaria, unos pasos inoportunos... Esos peque?os detalles pueden tirar por la borda todo el trabajo realizado durante 40 minutos, por bueno que haya sido. Que se lo digan si no al Fuenlabrada, que ayer sali¨® con las manos vac¨ªas del Palacio de los Deportes despu¨¦s de haber acariciado la victoria en la cancha del Estudiantes. Fue un partido intenso y muy ajustado, bronco, lleno de sudor, escaso de calidad, pero peleado punto a punto por ambos equipos y sobrado de emoci¨®n. Sobre todo en el final, que result¨® dram¨¢tico y se resolvi¨® a favor de los locales por un apurado 76-73.

Desde el primer momento se vio que el partido se iba a mover en esos m¨¢rgenes tan ajustados. Lejos ambos de su mejor momento, pero c¨®modamente instalados en la sexta posici¨®n, empatados a quince victorias, Estudiantes y Fuenlabrada no pon¨ªan en juego su futuro, sino su orgullo. Cada posesi¨®n se peleaba a dentelladas, con nobleza, pero sin ceder un cent¨ªmetro. As¨ª todo el partido. De un empate se fue pasando a otro hasta que, a dos minutos del final, Estudiantes encendi¨® con un triple el 68-68. Al minuto, Garnett volvi¨® a colocar otro, impecable. La demencia se agitaba feliz cuando Perasovic le imit¨®. Treinta segundos quedaban nada m¨¢s y all¨ª nadie adelantaba un ganador. Hasta que, en pleno festival, llegaron las picias m¨¢s absurdas. Una falta sin sentido de Guardia en un tiro libre y unos pasos de Perasovic firmaron la sentencia del Fuenlabrada. Demasiada poca cosa, pero suficiente.