Un goleador pudoroso

Edgaras Jankauskas (26 a?os) dej¨® de ser el pasado domingo un delantero sospechoso, un 'bar sin cerveza', en boca de su entrenador, John Toshack. El lituano llevaba siete semanas sin marcar un gol y otras tantas sin dejarse ver en p¨²blico, puesto que Jankauskas se confiesa pudoroso y escoge el anonimato casi absoluto cuando las cosas marchan mal.

Despu¨¦s de marcar dos goles al Oviedo -un exceso para ¨¦l mismo y para Anoeta-, el p¨²blico donostiarra cambi¨® sus exigencias, dej¨® de silbar a su delantero m¨¢s examinado y le exigi¨® su camiseta. Tan brusco cambio de humor pretend¨ªa festejar la goleada, el regreso del delantero y la despedida, 24 jornadas despu¨¦s, de los puestos de descenso directo. Sin embargo para la Real las buenas noticias nunca llegan en grupo. Todo lo m¨¢s, el conjunto blanquiazul empieza a ver la luz por acumulaci¨®n de leves mejor¨ªas: un d¨ªa, la defensa se comporta como tal; otro, llega Xabi Alonso y el f¨²tbol se articula en torno a sus pases; m¨¢s tarde, despierta De Pedro... En esas estaba la Real hasta que empez¨® a acusar una alarmante falta de remate, un frenazo en la reconstrucci¨®n del equipo. Jankauskas, que se hab¨ªa acostumbrado a cazar goles sin el concurso de su equipo, no acertaba a marcar ahora que se los serv¨ªan francos. Entre medias, el lituano, un tipo nada amigo de la autocr¨ªtica, viv¨ªa enfurru?ado mientras defensas como Loren le solucionaban la papeleta goleadora. As¨ª, durante siete jornadas, una pesadilla para un jugador convencido de vivir un 'sue?o' al disputar la Liga espa?ola, un jugador aprensivo al que le cuesta soportar la presi¨®n -'con el Brujas casi siempre ganaba', se defiende- que respira en el club y en San Sebasti¨¢n, donde el f¨²tbol funciona casi como el bar¨®metro an¨ªmico de la ciudad.

Jankauskas es un delantero dif¨ªcilmente clasificable: s¨®lo usa una pierna, no salta demasiado, no es veloz ni tiene excesivos recursos t¨¦cnicos. En cambio, es orgulloso, voluntarioso en la pelea y de los pocos jugadores b¨¢sicos para los tres t¨¦cnicos que ha conocido la Real esta temporada (Clemente Alonso, y Toshack). Jankauskas admite que juega por dinero, aunque observa una austeridad que contrasta con las costumbres al uso: viste desali?ado como un adolescente y sin reivindicar pose alguna. Ya no ver¨¢ reparos en salir a pasear.