Que devuelvan el EP-3 entero
En sus primeros comentarios, el presidente George W. Bush pidi¨® a China la devoluci¨®n inmediata del avi¨®n 'sin manipularlo'. Despu¨¦s matiz¨®: 'Sin manipularlo m¨¢s'. Con el paso de los d¨ªas, Bush dej¨® de referirse a la integridad del avi¨®n consciente de que era una causa perdida, como as¨ª lo demostraban las fotograf¨ªas tomadas por sat¨¦lites militares.
El embajador de China en Washington (nombrado cuando Bush ya era presidente) lleg¨® a asegurar que el avi¨®n esp¨ªa, en contra de lo que defend¨ªa la diplomacia estadounidense, no gozaba de la soberan¨ªa de EE UU porque hab¨ªa perdido la inmunidad al aterrizar sin permiso en el suelo de China. Por eso 'podemos hacer lo que consideremos necesario para llevar a cabo nuestra investigaci¨®n', dijo Yang Jiechi, en lo que se interpret¨® como un reconocimiento de que el aparato hab¨ªa sido desguazado para analizar sus instalaciones interiores y sus sistemas de espionaje.
China y EE UU guardaron ayer un prudente silencio sobre la devoluci¨®n del avi¨®n esp¨ªa, conscientes de que el futuro (y el pasado) del aparato es una cuesti¨®n diplom¨¢tica de mayor complejidad que la liberaci¨®n de los 24 tripulantes. El Pent¨¢gono no duda de que los militares chinos han despiezado el EP-3 para analizar los sistemas de vigilancia de este aparato, el m¨¢s moderno de los aviones esp¨ªa estadounidenses y uno de los pocos que no vende a terceros pa¨ªses.
Destrucci¨®n a hachazos
Para los servicios de espionaje no es tan importante la captura de la informaci¨®n recopilada como la de los sistemas de captaci¨®n. Por eso, el Pent¨¢gono instruye a sus tripulaciones en un plan de destrucci¨®n de los equipos en varias etapas: desde el borrado irreversible de las memorias y los discos duros hasta la ejecuci¨®n de programas de software que inutilizan el sistema y destruyen los c¨®digos de programaci¨®n en los que se basa la vigilancia. En una ¨²ltima fase, tan arcaica como efectiva, la tripulaci¨®n se esmera en la destrucci¨®n f¨ªsica de los aparatos con martillos y hachas.
Seg¨²n fuentes de Defensa de Estados Unidos, cuando los militares chinos entraron en el aparato, el valor del material hab¨ªa quedado reducido al m¨ªnimo porque la tripulaci¨®n hab¨ªa ejecutado el plan de destrucci¨®n en los 25 minutos que el avi¨®n emple¨® en el descenso a la isla de Hainan tras la colisi¨®n con un caza chino.
Alg¨²n incidente del pasado resuena ahora en la argumentaci¨®n de la diplomacia estadounidense. En 1970, el Ej¨¦rcito de EE UU tard¨® nueve semanas en devolver a la Uni¨®n Sovi¨¦tica un Mig 25 que hizo un aterrizaje forzoso en una base norteamericana. El avi¨®n fue finalmente enviado de vuelta a Mosc¨², pero desguazado y en cajas de madera.
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