Una fuga de gas t¨®xico complica el traslado del polvor¨ªn franc¨¦s

La operaci¨®n moviliz¨® a 175 militares y puso en alerta a 450 gendarmes y bomberos. El convoy era permanentemente vigilado por dos helic¨®pteros Puma y seguido por otros dos helic¨®pteros preparados para prestar atenci¨®n m¨¦dica inmediata. Durante algo m¨¢s de cuatro horas, entre la una y las cinco de la madrugada, ocho camiones refrigerados -hab¨ªa uno de reserva-, jeeps, camiones cisterna, veh¨ªculos de carga y ambulancias ten¨ªan que recorrer autopistas y carreteras cortadas al tr¨¢fico en las dos direcciones. Las v¨ªas de tren que cruzaban la zona tambi¨¦n quedaron fuera de servicio.

Esta nueva versi¨®n a gran escala del m¨ªtico filme franc¨¦s El salario del miedo (1953) reaviv¨® viejos miedos, como el de la terrible guerra qu¨ªmica que libraron, entre 1914 y 1918, los ej¨¦rcitos franc¨¦s y alem¨¢n. Entonces, m¨¢s de 500.000 personas murieron en las trincheras o en los meses posteriores a la contaminaci¨®n a causa de las quemaduras causadas por el llamado gas mostaza.

Ayer, mientras los 50 artificieros militares proced¨ªan a cargar las 59 toneladas de bombas, se produjo un momento de p¨¢nico. Eran las 11.05 cuando las alarmas sonoras indicaron que de una de las cajas de pl¨¢stico estaba escapando gas t¨®xico. Hubo que rociar con agua todo el per¨ªmetro del dep¨®sito de Vimy -se trataba de impedir la dispersi¨®n del gas en la atm¨®sfera- para reducir el peligro y, media hora despu¨¦s, reemprender el delicado trabajo de traslado de las bombas hacia el interior de los camiones, acondicionados a 10 grados bajo cero. 'La baja temperatura garantiza que, en caso de accidente, no puede producirse una nube t¨®xica, porque el producto est¨¢ estabilizado', explic¨® el general Fran?ois Gaubert, m¨¢ximo responsable militar del dispositivo.

Los dos gases m¨¢s temidos son el gas mostaza y el oxicloruro de carbono. El origen de la gran mayor¨ªa de las 173 toneladas de proyectiles guardadas desde 1967 en la peque?a localidad del norte de Francia es brit¨¢nico, franc¨¦s o alem¨¢n. Una vez concluido el traslado de los explosivos, los artificieros deber¨¢n ordenar y controlar las bombas cl¨¢sicas que seguir¨¢n en Vimy, a la espera de ser destruidas. Ese trabajo tardar¨¢ como m¨ªnimo una semana, y eso significa que las casi 12.500 personas evacuadas de la zona deber¨¢n esperar antes de poder volver a sus casas.

Una treintena de personas se negaron a abandonar sus domicilios y, bajo su responsabilidad, optaron por permanecer dentro del radio de tres kil¨®metros en torno al dep¨®sito de Vimy. 'El paso de la nube radiactiva de Chern¨®bil, en 1986, fue m¨¢s peligroso, y entonces nadie nos dijo nada. No veo por qu¨¦ ahora hay que montar tanto foll¨®n', manifestaba uno de los irreductibles. 'Tengo comida para 10 d¨ªas y aqu¨ª resistir¨¦, con mi esposa y mis dos perros', conclu¨ªa otro.

Las cr¨ªticas contra el Gobierno tampoco han faltado. Por un lado, se le ha acusado de precipitaci¨®n, y por otro, se le reprochaba que dejara pasar una semana antes de organizar el desalojo de Vimy y sus alrededores.