El convoy franc¨¦s con armas qu¨ªmicas llega sin incidentes al silo nuclear

Es el caso de 700 vacas que, dos veces al d¨ªa, son orde?adas por su propietario. De los 30 irreductibles que se negaron a marchar de Vimy al final menos de una veintena ha permanecido en sus casas. 'No o¨ªr a nadie, el silencio absoluto, es a¨²n m¨¢s inquietante que el miedo a una explosi¨®n. Por eso nos hemos ido', confesaba un matrimonio ya entrado en a?os. Quiz¨¢s haya influido en su cambio de opini¨®n el descubrir que, a todos los desplazados que lo deseen, les organizan excursiones a la playa de Le Touquet. 'Es cierto que apetece pasar un d¨ªa al aire libre, pero con el tiempo que hace [menos de 10 grados y una casi incesante lluvia fina] muy pronto se te pasan las ganas'.

El convoy de ocho camiones refrigeradores y 50 veh¨ªculos de escolta, am¨¦n de cuatro helic¨®pteros, recorri¨® la noche del domingo al lunes los casi 250 kil¨®metros que separan Vimy del campamento militar de Suippes. Lo hizo a una velocidad de 50 kil¨®metros por hora, cortando al tr¨¢fico dos autopistas y varias carreteras departamentales. 'Tambi¨¦n hubo que ordenar que todo el mundo abandonase las estaciones de servicio o las ¨¢reas de reposo de las autopistas', precisaba la prefectura. Ahora, los proyectiles qu¨ªmicos de la I Guerra Mundial descansan en antiguos silos de armas nucleares, refrigerados y a varios metros de profundidad. En Suippes, la poblaci¨®n no se ha inquietado ante la llegada del cargamento. 'Estamos acostumbrados a las explosiones, no en vano tenemos ah¨ª al lado el campo de tiro de Mourmelon', dec¨ªa un vecino. Y el lugar elegido para almacenar el llamado gas mostaza parece, y nunca mejor dicho, a prueba de bomba.

El dep¨®sito-polvor¨ªn de Vimy no ofrece tantas garant¨ªas. Se trata de una cuadril¨¢tero, al aire libre, rodeado de alambradas. Si los gases hubo que trasladarlos para evitar todo riesgo a la poblaci¨®n civil, los explosivos convencionales deben ser revisados para hacer explotar, bajo control y en otro lugar, aquellos obuses que, de un total de 12.800, presenten importantes se?ales de degradaci¨®n.

Hasta ahora, el n¨²mero de toneladas de explosivos rescatadas cada a?o del antiguo frente de la I Guerra Mundial es mayor que el de toneladas destruidas anualmente. Las autoridades hab¨ªan prometido construir un centro automatizado dedicado a la destrucci¨®n de armamento obsoleto, pero lo previsto en 1997 no se ha cumplido. Ahora, de manera precipitada, ha habido que intervenir para evitar males mayores que el desalojo moment¨¢neo de un pueblo y sus alrededores. 'El material que queda en Vimy es heterog¨¦neo y, en algunos casos, no transportable', ha dicho el general Fran?ois Gaubert.