Pascua florida
Cuando llega la primavera, en Zarautz florece un hermoso ramillete de muestras fotogr¨¢ficas. Es una iniciativa promovida desde el Ayuntamiento y animada por el Photomuseum. Son las Jornadas Fotogr¨¢ficas Argazkien Bilera que llegan todos los a?os alrededor de las fiestas de Pascua. Este 2001 el compromiso se cubre con cinco exposiciones de lo m¨¢s sugerente. Los espacios de Torre Luzea y Galer¨ªa Bidea guardan los trabajos de Cesar Ceniceros y Jes¨²s Mar¨ªa Zabalza respectivamente. Son fotos de arquitectura resueltas desde t¨¦cnicas diferentes. Uno se ha aplicado en el sistema Polaroid y el otro en un cl¨¢sico blanco y negro. La Galer¨ªa Zazpi acoge a Pedro Avellaned.
Este aragon¨¦s, de amplio curriculum y numerosos ¨¦xitos, presenta su peculiar forma de mirar a trav¨¦s del objetivo. Se trata de una serie de abstracciones y montajes donde se interrelacionan sugerencias, paisajes imaginados, reflexi¨®n y tambi¨¦n conceptos. Bajo el titulo Jard¨ªn Secreto una amalgama de im¨¢genes reparten met¨¢foras y enigmas con mayor o menor acierto. En todo ello lo absurdo cabalga libre en su albedr¨ªo y no ofrece muchas facilidades para encontrar el sentido de las formas con precisi¨®n.
En otro orden de cosas en la sala del propio Photomuseum est¨¢ Joaq¨ªm Gomis (Barcelona, 1902-1991). Es un cl¨¢sico de la fotograf¨ªa catalana. Fund¨® y presidi¨® la agrupaci¨®n Amics de L'Art Nou. Con aires de vanguardia de entreguerras, aceptando el medio como herramienta innovadora e inseparable de las nuevas corrientes pl¨¢sticas, adopt¨® un estilo claramente documentalista. Se preocup¨® por formas y detalles de objetos y situaciones.
Desde estas coordenadas pudo conformar im¨¢genes de gran calidad t¨¦cnica, con extrema profundidad de campo para definir los matices m¨¢s impensables y a su vez envolverlas en una atm¨®sfera de sosiego. Su figura fue muy estimada en los ambientes art¨ªsticos barceloneses durante la II Rep¨²blica. En los oscuros a?os del franquismo realiz¨® una obra alejada del oficialismo esterilizador. La amistad con Joan Mir¨® le permiti¨® convertirse en su m¨¢s afortunado cronista gr¨¢fico, tanto en su universo creativo como personal.
Los amantes del reporterismo tem¨¢tico puede disfrutar en Sanz Enea con esa p¨¢gina prodigiosa de la fotograf¨ªa que es La Farm Security Administration.
Las im¨¢genes tomadas entre 1935 a 1942, una ¨¦poca de crisis amarga en EEUU, son el perfecto paradigma de la grandeza fotogr¨¢fica. Testimonios incontestables cuya autenticidad despertaron la conciencia americana ante la desolaci¨®n de aquellas familias de campesinos que abandonaban sus tierras en busca de otras m¨¢s f¨¦rtiles donde saciar el hambre.
Se trata de una acci¨®n gubernamental cuya idea parte de Roy E.Striker, un economista de ideas avanzadas. Apasionado por la fotograf¨ªa encarga la realizaci¨®n del proyecto a un amplio equipo de autores. Exige de ellos criterios period¨ªsticos, sociol¨®gicos y art¨ªsticos. El m¨¦todo de trabajo se carga con matices esclarecedores. Es una filosof¨ªa que no se deja arrastrar por el f¨¢cil y morboso dramatismo de los acontecimientos, hoy d¨ªa tan frecuentes. Se buscan tambi¨¦n los aspectos positivos que el ser humano expresa en la adversidad. La esperanza y la fuerza de seguir viviendo.
Inevitablemente aparecen gestos hura?os y miradas atormentadas, pero la desolaci¨®n deja paso a la belleza del tes¨®n, una energ¨ªa para caminar hacia un futuro de esperanza. Los resultados confirman lo acertado del punto de partida. Las tomas realizadas son incontables, el contenido es lo suficientemente amplio como para extraer una magnifica subdivisi¨®n tem¨¢tica capaz de alimentar la m¨¢s exigente de las demandas.
Los dos primeros fot¨®grafos contratados fueron Walker Evans y Dorothea Lange. La est¨¦tica del primero pone de manifiesto el aislamiento y la soledad humana. Ella pone el punto en aspectos m¨¢s enternecedores de las gentes. Tal vez fuesen los que marcaron las pautas, pero entre todos, y fueron muchos, supieron hacer m¨¢s grande la fotograf¨ªa.
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