El sector hotelero sevillano s¨®lo perdi¨® un 3% de ocupaci¨®n en Semana Santa

El temor de los hoteleros sevillanos a perder m¨¢s de un 15% de negocio durante la Semana Santa, seg¨²n los datos que manejaban el pasado mi¨¦rcoles, result¨® ser finalmente una falsa alarma. El delegado de Econom¨ªa del Ayuntamiento de Sevilla, y presidente del consorcio de turismo, Emilio Carrillo, inform¨® ayer de que el nivel de ocupaci¨®n hotelera en la ciudad durante esos d¨ªas festivos fue del 85%, el mismo porcentaje que la media de toda Andaluc¨ªa y s¨®lo un 3% menos que los datos del pasado a?o.

Carrillo tambi¨¦n destac¨® una diferencia notable entre el comportamiento del sector hotelero sevillano y el regional. Mientras en Andaluc¨ªa fueron los hoteles de menor categor¨ªa los que mayor demanda tuvieron, en Sevilla han sido los establecimientos de lujo los que han estado llenos o casi llenos durante toda la semana. El concejal dijo que los hoteles de cinco estrellas rozaron el 100% de ocupaci¨®n durante todas las vacaciones, mientras que los de cuatro estrellas superaron el 90%.

Por otra parte, el Ayuntamiento se prepara ya para la celebraci¨®n, en dos semanas, de la Feria de Abril. La delegaci¨®n municipal de Fiestas Mayores, dirigida por el andalucista Juan Ortega, present¨® ayer los preparativos del paseo de caballos, para el que este a?o aumentar¨¢n los controles sanitarios de los animales que lleguen a la ciudad con el objetivo de evitar posibles contagios de fiebre aftosa.

Ortega asegur¨® que la enfermedad no tendr¨¢ ninguna incidencia en la fiesta, pero dijo tambi¨¦n que su delegaci¨®n trabaja en coordinaci¨®n con la Delegaci¨®n Provincial de Agricultura y con la Guardia Civil para las inspecciones de transportes de animales.

El delegado anunci¨® que su ¨¢rea estudia implantar para el a?o 2002 por primera vez un sistema de licencias para controlar a los caballistas que acuden a la Feria, similar al impuesto el a?o pasado a los coches de caballos, que pagan 10.000 pesetas cada uno por su matr¨ªcula. Los jinetes tendr¨¢n que pagar una tasa, aunque Ortega no precis¨® la cantidad.