Acusadoras contra los malos tratos
Una asociaci¨®n de mujeres de Elche quiere personarse en todas las causas por agresi¨®n sexual y violencia dom¨¦stica
Una de las principales razones que lleva a las v¨ªctimas de violaciones o malos tratos a no denunciar los ataques es el miedo a la represalia. As¨ª, con cierta frecuencia, los agresores quedan impunes. Para intentar luchar contra esta tendencia, un grupo de mujeres de Elche ha creado una asociaci¨®n (Mujeres Vecinales) que ejercer¨¢ en los juzgados la acusaci¨®n popular 'en todos los casos' que se les 'necesite', explica Marisa Bartolom¨¦, representante de Mujeres Vecinales -englobada de la Confederaci¨®n de Asociaciones de Vecinos-, 'ya que no s¨®lo es un servicio a la mujer sino tambi¨¦n a la sociedad', a?ade.
Desde la reforma del C¨®digo Penal, el juez que instruye el caso s¨®lo acuerda el internamiento preventivo en una prisi¨®n del sospechoso de agresi¨®n o violaci¨®n si lo solicitan el fiscal o las acusaciones particular o popular. En muchos casos, la v¨ªctima no pide representaci¨®n propia en el proceso porque el agresor es su compa?ero sentimental. Por ello, la presencia de una acusaci¨®n popular en nombre de una asociaci¨®n puede reforzar la lucha contra los delitos de agresi¨®n sexual o violencia dom¨¦stica.
En la asociaci¨®n Mujeres Vecinales est¨¢n dispuestos a incrementar su presencia en los procesos judiciales. Y ya han dado el primer paso: la asociaci¨®n se ha personado como acusaci¨®n popular en un caso que instruyen los juzgados de Elche, un proceso por una violaci¨®n que se produjo en Santa Pola, cuando un hombre de nacionalidad extranjera y con antecedentes por violaci¨®n en Alemania supuestamente abus¨® de una vecina de la localidad costera del Baix Vinalop¨®.
La iniciativa surgi¨® de una periodista ilicitana, quien se puso en contacto con la asociaci¨®n al conocer el caso. El juez ya hab¨ªa hecho saber que las posibilidades de internar al sospechoso eran m¨ªnimas -en este caso la violaci¨®n se hab¨ªa producido tras el inicio de un encuentro voluntario de la v¨ªctima-, planteando la opci¨®n de la acusaci¨®n popular. Otras asociaciones de defensa de los derechos de la mujer se han personado en casos de este tipo, una l¨ªnea de actuaci¨®n que Mujeres Vecinales de Elche quiere reforzar acudiendo a todos los procesos que pueda.
Para presentarse como acusaci¨®n, Mujeres Vecinales ha tenido que recaudar 100.000 pesetas (como costes por mantenimiento de un abogado de oficio). A pesar de que la suma es la m¨ªnima permitida por la ley, la asociaci¨®n ha realizado un gran esfuerzo para reunir el dinero. 'Primero recibimos el apoyo de las mujeres de otra asociaci¨®n', explica Marisa Bartolom¨¦, 'que organizaron una subasta y recaudaron 70.000 pesetas'.
El resto del dinero ha salido del bosillo de las componentes de Mujeres Vecinales. Marisa explica que habr¨ªa resultado m¨¢s sencilla la colecta si la asociaci¨®n hubiera recibido una aportaci¨®n de la Generalitat Valenciana, prometida desde el a?o 2000. '[La Consejer¨ªa de] Bienestar Social nos concedi¨® una ayuda de 150.000 pesetas, aunque todav¨ªa no hemos visto ni un duro', se queja Marisa Bartolom¨¦.
Esta no es la primera vez que Mujeres Vecinales se preocupa por el tema de la violencia de g¨¦nero o las agresiones sexuales. En 1999 el Ministerio de Interior se encarg¨® de formar a 35 de sus miembros para la funci¨®n de mediadores sociales. Estas mujeres se encargan de vigilar desde cerca, en los barrios y comunidades de vecinos, los posibles casos de violencia y mantienen informada a la Polic¨ªa.
La asociaci¨®n tambi¨¦n realiza concentraciones el d¨ªa 25 de cada mes en la ciudad de Elche para hacer patente su rechazo a los malos tratos. Es una lucha lenta y constante. Sin embargo, Mujeres Vecinales no se amedrenta por las dificultades. La portavoz de este grupo de mujeres ha manifestado su disposici¨®n total a personarse en cualquier proceso 'en el que sea necesario', es decir, 'siempre que una mujer y la propia sociedad est¨¦ en peligro', a?ade Marisa Bartolom¨¦.
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