Incapacidad

Esta carta viene dada por la gran incapacidad, incr¨¦dulo de m¨ª, que demuestra la Seguridad Social. En este caso, todo va en contra del hospital Ram¨®n y Cajal, y el problema surge a ra¨ªz de un peque?o dolor que tiene mi abuela en la pierna; despu¨¦s de ir varias veces a urgencias, se le pronostica que es un problema de abductores; posteriormente, que es un problema de debilidad del hueso, y al final, cuando mi abuela no aguanta m¨¢s el dolor, y viendo que la medicaci¨®n no hace ning¨²n efecto, decidimos volver a urgencias un domingo a principios de enero; despu¨¦s de estar casi cuatro horas de ac¨¢ para all¨¢, resulta que le ven en una de las radiograf¨ªas que tiene una mancha en el f¨¦mur, que posiblemente sea c¨¢ncer; total, que esa misma noche queda ingresada para hacerle las pertinentes pruebas.

Al principio, toda la familia se qued¨® angustiada, aunque mucha gente pueda pensar que una persona de 82 a?os con un tumor es lo m¨¢s normal del mundo -ya se sabe, es una persona mayor y ya ha vivido suficiente-. Enseguida empezamos a pensar en el futuro pr¨®ximo en nuestro entorno: ?qu¨¦ podemos hacer?, ?cu¨¢nto vivir¨¢?, ?podr¨¢ ver a su bisnieto que nace en septiembre?, ?sufrir¨¢ mucho?; ya saben, todas esas preguntas que te haces y realmente no sabes contestar, respuestas que un m¨¦dico s¨ª te puede dar o, por lo menos, aproximarse.

Una vez ingresada, el m¨¦dico nos dice que tendremos que esperar un tiempo para ver las pruebas que le van a realizar: biopsias, cultivos, etc¨¦tera; total, despu¨¦s de casi tres meses de haberle realizado multitud de pruebas -todas las necesarias, seg¨²n los m¨¦dicos-, nos dicen que le han encontrado el c¨¢ncer en el ri?¨®n, que ha dejado de funcionar, y se le ha extendido hasta el f¨¦mur, y que ahora tienen los de traumatolog¨ªa que reunirse con los de ri?¨®n, cuatro plantas m¨¢s arriba en el hospital, para ver qu¨¦ le hacen a mi abuela, si la operan del ri?¨®n, si la operan de la pierna, si le dan alg¨²n tratamiento...

Hemos intentado hablar con los m¨¦dicos y, cada vez que lo hac¨ªamos, se echaban las culpas unos a otros; entre ellos mismos no saben qu¨¦ pasa en sus departamentos; la ¨²ltima ha sido esta ma?ana, cuando mi hermano ha ido a preguntar para ver si de verdad van a hacer algo, y encima la chuler¨ªa de algunos m¨¦dicos o matasanos les pierde: no s¨®lo no hemos conseguido nada, sino que casi acaba muy mal la cosa; sinceramente, ya no sabemos qu¨¦ hacer.

Se preguntar¨¢n si he puesto alguna queja por escrito. No, no lo he hecho, creo que los hechos son tan claros que un escrito a nosotros no nos soluciona nada; es m¨¢s, no creo ni que lleguen a enterarse. A todo esto, la abuela no sabe absolutamente nada del tema, ya que hace unos a?os un hijo suyo tambi¨¦n muri¨® de un c¨¢ncer, con lo cual cualquier noticia respecto a ese tema la hundir¨ªa a¨²n m¨¢s; ella piensa que le han puesto un clavo en la pierna y que est¨¢ esperando a recuperarse, pero tampoco es tonta y sabe que algo no marcha bien; sigue con la medicaci¨®n, y, para m¨¢s inri, como est¨¢ en la planta de traumatolog¨ªa, todas sus compa?eras de habitaci¨®n en unas semanas se van, cosa que la entristece profundamente. Lo ¨²nico que esta familia pide y casi exige es que el poco tiempo que le quede a la abuela lo pase con su familia en el estado en que sea.