Ojo con la bebida

En Espa?a se bebe m¨¢s de la cuenta, sobre todo los j¨®venes, y ahora, tambi¨¦n las chicas. M¨¢s de la mitad de las adolescentes de 15 a 19 a?os consumen alcohol de forma habitual, especialmente los fines de semana.Hay m¨¢s conciencia del riesgo que supone beber, pero eso no impide que la iniciaci¨®n sea cada vez m¨¢s temprana y que todav¨ªa exista una tolerancia social hacia el alcohol que no existe respecto a otras drogas, legales o ilegales. La ¨²ltima encuesta (20.000 entrevistas) del Plan Nacional sobre Drogas, presentada el lunes por el delegado del Gobierno, Gonzalo Robles, permite verificar esos y otros datos de inter¨¦s y compararlos con los de estudios anteriores.

Unos 300.000 espa?oles se emborrachan habitualmente, especialmente personas menores de 29 a?os. Una amplia encuesta de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) presentada hace dos meses en Estocolmo revela que una de cada cuatro muertes de j¨®venes europeos (varones) de entre 15 y 29 a?os est¨¢ relacionada con el consumo de alcohol. En 1999, 55.000 j¨®venes europeos fallecieron por esa causa. En Espa?a, el 50% de los j¨®venes muertos en accidentes de tr¨¢fico en los fines de semana presenta un ¨ªndice de alcohol superior al permitido.

En Espa?a, el alcohol es motivo directo de 10.000 muertes al a?o (datos de 1992), una cifra mucho mayor que la de v¨ªctimas de sobredosis de drogas ilegales. Pese a ello, el 53% de los espa?oles considera 'normal' beber hasta seis copas en una salida de fin de semana. El consumo de bebidas alcoh¨®licas forma parte de la tradici¨®n. Tres cuartas partes de los ni?os de 11 y 12 a?os han bebido alguna vez alcohol (y el 3,5% ha entrado en contacto con otras drogas). El problema es cultural, adem¨¢s de sanitario. A los padres les alarma m¨¢s un porro que una borrachera.

La Organizaci¨®n Mundial de la Salud responsabiliza a la industria de vinos y licores de incitar a ni?os y adolescentes a iniciarse en la bebida mediante una publicidad especialmente orientada a ese fin. Est¨¢ prevista para los pr¨®ximos meses una reuni¨®n de esa organizaci¨®n, a celebrar en Valencia, dedicada monogr¨¢ficamente a estudiar los efectos de tal publicidad sobre la juventud. La identificaci¨®n de la bebida con la masculinidad, la mayor¨ªa de edad o la rebeld¨ªa forma parte de las pautas de la cultura occidental tradicional, y los publicitarios actualizan ese mensaje con im¨¢genes sugestivas. En Espa?a, algunos expertos han denunciado otras formas sutiles de provocar la adicci¨®n al alcohol de los j¨®venes, como que en algunas discotecas sean m¨¢s caras las bebidas no alcoh¨®licas.

De la ¨²ltima encuesta se deduce que, al igual que en el caso del tabaco, la estabilizaci¨®n o incluso ligero retroceso del consumo de alcohol entre el conjunto de j¨®venes es compatible con su aumento entre las chicas. Se trata, sin duda, de un efecto de la creciente equiparaci¨®n entre los papeles masculino y femenino. Pero habr¨ªa que reforzar las medidas de control para dificultar que los menores compren alcohol en tiendas, o lo beban en bares o directamente en calles y parques.