El Bayern apaga con contundencia la ¨²ltima luz del Manchester
Si el Manchester United pensaba apelar a la ¨¦pica de la que presume su legendario estadio de Old Trafford para intentar la gesta -remontar el 0-1 con el que afrontaba el segundo envite- en el Ol¨ªmpico de M¨²nich, la contundencia con la que se emple¨® el Bayern barri¨® de dos plumazos cualquiera de sus amagos, de sus intentos. La luz de su esperanza se apag¨® muy pronto.
Elber marc¨® a los cinco minutos de la primera parte y Scholl sentenci¨® el choque cinco antes del descanso. Incluso Jancker pudo poner un resultado de esc¨¢ndalo con algo de acierto: mand¨® un bal¨®n al larguero y fall¨® un mano a mano frente al portero Barthez.
Los errores de marcaje del Manchester pesaron m¨¢s que todo lo dem¨¢s porque jug¨® mejor que el cuadro alem¨¢n, confiado en su terrible pegada. Al Bayern no le hizo falta m¨¢s. De esa manera, se encuentra ya en las semifinales, en las que se medir¨¢ contra el Real Madrid. Un duelo cl¨¢sico. Por el contrario, el Manchester, ese club al que su reciente tercer triunfo consecutivo en la Liga inglesa le ha sabido a insignificancia porque su objetivo de verdad era la de Campeones, ser¨¢ espectador forzoso ante el televisor de lo que resta de competici¨®n.
BAYERN M?NICH 2| MANCHESTER 1
Bayern Munich: Kahn; Kuffour, Andersson, Linke; Sagnol, Jeremies, Effenberg, Tarnat; Scholl; Jancker (Zickler, m. 35) y Elber (Santa Cruz, m. 66). Manchester United: Barthez; Neville, Stam, Brown, Silvestre; Butt, Keane, Scholes, Giggs; Cole (Solskjaer, m. 70) y Yorke (Sheringham, m. 68). Goles: 1-0. M. 5. Centro de Tarnat desde la izquierda y Elber, completamente solo, marca en el segundo palo. 2-0. M. 40. Jugada de Jeremies por la derecha. Su pase lo controla Elber, que cede a Scholl para que ¨¦ste dispare raso de forma inapelable. 2-1. M. 52. Giggs, de certera vaselina ante Kahn. ?rbitro: Melo Pereria (Portugal). 63.000 espectadores en el estadio Ol¨ªmpico de Munich. El Bayern se clasific¨® para las semifinales al imponerse al Manchester United por el marcador global de 3-1.
El equipo de Ferguson despleg¨® el mejor juego cuando tuvo el agua al cuello, cuando se vio abocado a la eliminaci¨®n; al fracaso, aun matizado, en la temporada. Conducido por el empuje de Scholes y la velocidad de Giggs, el Manchester se guard¨® la pelota en el bolsillo y apret¨® el marcador con el tanto del gal¨¦s al principio del segundo tiempo, pero su esfuerzo result¨® finalmente bald¨ªo.
El partido era por entonces un campo de batalla en el que se libraban peque?os pulsos: Keane contra Effenberg, Scholes contra Jeremies. No faltaron las oportunidades hasta el final, pero ni una ni otra escuadra, sobre todo el Manchester, consum¨® las suyas. Barthez acab¨® el partido en el c¨ªrculo central, pero en esta ocasi¨®n no hubo milagro y al Bayern le sobr¨® con mantener su innata sobriedad.
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