Buenas y malas noticias
Empecemos por la mejor. El Tau ha cumplido su objetivo principal y b¨¢sico: ganar un partido a domicilio. Y lo hizo de una forma incre¨ªble, destrozando al se?alado un¨¢nimente como gran favorito. En cuarenta minutos asistimos a todas las razones que han hecho grande al Tau. Concentraci¨®n, intensidad, axfisiante defensa, trabajo colectivo tan inteligente como impecable y para coronar, el mejor Alexander de todo el a?o, anotador, reboteador, intimidador. Cierto que entonces no estaba Griffith, pero s¨ª lo estuvo en el segundo partido y el norteamericano del Tau sigui¨® anotando y reboteando con cierta autoridad. El crecimiento de Alexander en un momento crucial de la temporada resulta una dato de importancia capital de cara a lo que se avecina en Vitoria.
Otra de las cosas a tener en cuenta, que no por conocida resulta menos destacable, es la indestructible presencia de ¨¢nimo del Tau. Ayer no fue su d¨ªa, el Kinder les pas¨® por encima como hicieron ellos en el partido inagural, pero ni cuando perd¨ªan por 20 puntos dieron la sensaci¨®n de descomposici¨®n, de tirar el partido por la borda, perder por m¨¢s de lo aconsejable y dejar que el Kinder coja el avi¨®n demasiado reconfortado. Para nada.
Sigui¨® oponi¨¦ndose, no dejando jugar, peleando los balones. Sin suerte, sin precisi¨®n, pero con entusiasmo. Era un esfuerzo bald¨ªo a efectos num¨¦ricos, pero confirmaba el trabajo hecho por Ivanovic en esta plantilla. Aqu¨ª no se regala nada, aqu¨ª se pelea de principio a fin, est¨¦ el partido como est¨¦. En esta filosof¨ªa, descansando sobre esta ¨¦tica laboral se encuentra una de las razones de peso de este Tau.
Vayamos con alguna preocupante. Stombergas parece haber perdido un poco el ¨¢ngel con el que disput¨® la semifinal, los pivots han tenido problemas con las faltas y no hay posibilidad de dotar al equipo de dos velocidades al no haber recambio de Bennett. Alguna de ellas deber¨ªa encontrar remedio de cara al tercer partido. Porque de eso se trata, como demostr¨® el Kinder. Hay que aprender constantemente de lo bueno y de lo malo. El que no lo hace, cava su tumba. Ahora le toca al Tau.
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