EL NAUFRAGIO DE MUNITIS

Pedro Munitis, padre del futbolista del mismo nombre, ha escapado milagrosamente del naufragio del pesquero Abuela Antonia, de 10 metros de largo y tres de manga, con el que faenaba a tres millas al norte de El Sardinero. A bordo ten¨ªa 4.000 kilos de verdel, una captura sin precedentes en una familia enteramente dedicada durante generaciones al mar. Pedro Munitis, hijo, hab¨ªa, hace s¨®lo un a?o, encargado la construcci¨®n de la peque?a embarcaci¨®n para que por primera vez su padre trabajara a bordo de algo suyo. Treinta millones de pesetas invirti¨® y s¨®lo una condici¨®n puso a su progenitor: que el barco llevase el nombre de su abuela Antonia S¨¢nchez, de 70 a?os y nueve nietos, considerada en el barrio pesquero donde habitan como una leona a la hora de defender a los suyos. Cuando el preferido de sus nietos revel¨®, siendo adolescente, sus espl¨¦ndidas condiciones para hacerse futbolista profesional, la abuela Antonia le llevaba un d¨ªa tras otro de la mano hasta el campo de entrenamiento de La Albericia, lejos del asentamiento familiar, aunque hubiese que pedir dinero para tomar un taxi. 'Hasta ayer no le contamos a mi nieto lo ocurrido para no perturbar su entrenamiento, pero alguna vez hab¨ªa que dec¨ªrselo. Mi yerno, su padre, no sabe ahora qu¨¦ hacer', explica la mujer. La motora, hundida el pasado mi¨¦rcoles, la verdad es que no dio m¨¢s que sobresaltos a los Munitis hasta su hundimiento, al quedar escorada por la embestida de una ola. Pescadores que trabajaban en las inmediaciones salvaron a los dos tripulantes en apuros.-