El Depor deja el camino libre
El Celta castiga la habitual ingenuidad de los coru?eses lejos de Riazor y pone el t¨ªtulo en bandeja al Real Madrid
Tiene el Madrid el camino hacia el t¨ªtulo despejado. En un partido repleto de ocasiones y de f¨²tbol apasionado, el Celta castig¨® la habitual ingenuidad que exhibe el Deportivo lejos de Riazor. Ni siquiera le lleg¨® con adelantarse en el marcador con el gol de Valer¨®n, porque encomendado a una segunda vuelta de campeonato sensacional, el Celta porfi¨® en el derbi y golpe¨® por dos veces a Molina. Lo hizo en una fase en la que por fin parec¨ªa decidirse el equipo de Irureta a traducir en algo pr¨¢ctico su dominio sin sentido. La liga empieza a perder inter¨¦s en la cabeza cuando faltan meses de campeonato, pero no para el Celta, que se ha tomado muy en serio lo de repetir una participaci¨®n en la UEFA. Utiliz¨® el arma que procur¨® su rival durante toda la velada: los disparos lejanos, que terminaron por dejar en el campo de su enemigo m¨¢s encarnizado las aspiraciones deportivistas.
CELTA 2| DEPORTIVO 1
Celta de Vigo: Cavallero; Velasco, C¨¢ceres,Djorovic, Juanfran; Vagner, Giovanella; Edu, Mostovoi, Gustavo L¨®pez (Yago, m. 85); y Catanha (Jesuli, m. 71). Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Donato, Helder, Romero; Emerson (Turu Flores, m. 74), Mauro Silva; Makaay, Valer¨®n, Fran (V¨ªctor, m.46); Diego Trist¨¢n (Fernando, m.61). Goles: 0-1, M.53: Cabezazo de Valer¨®n al borde del ¨¢rea peque?a. 1-1, M.57: Djorovic dispara a la escuadra desde la frontal. 2-1, M.69: Mostovoi ajusta un derechazo. ?rbitro: Mejuto Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Helder, Trist¨¢n, Velasco y Molina. Unos 28.000 espectadores en Bala¨ªdos.
Las circunstancias forzaron al Celta a apurar el bal¨®n en jugadas fugaces. Lo forz¨® Irureta, que reclam¨® terreno y pelota con una defensa enganchada al c¨ªrculo central. No acostumbra el Celta a v¨¦rselas en Bala¨ªdos en situaciones similares, con la obligaci¨®n de explotar el solar que dej¨® el Deportivo a sus espaldas. Y efectivamente, el partido se consumi¨® entre elaboradas jugadas del equipo coru?¨¦s y contraataques celestes. Le ocurre al grupo de Irureta a menudo que encuentra problemas para rematar las jugadas, mientras que se vio a expensas del acierto de Molina para mantener la porter¨ªa intacta.
Para mover el marcador y ya que en el ¨¢rea no entraba, el Deportivo intent¨® disparos lejanos, y por ah¨ª la aportaci¨®n de Caballero result¨® sensacional. El Celta golpe¨® m¨¢s, pero consumi¨® la primera mitad en medio de un sincero homenaje a los viejos tiempos, cuando se alababa su f¨²tbol elaborado y se lamentaba su timidez en el ¨¢rea. Timorato o v¨ªctima de Molina, tambi¨¦n m¨¢s que correcto, le cost¨® al equipo de Bala¨ªdos acertar cada vez que encontr¨® la espalda a la zaga blanquiazul.
Donde se resolvi¨® el partido con mayor acierto el ¨ªntimo enemigo del Celta fue en el centro geom¨¦trico del campo. En esa zona hubo superioridad blanquiazul: Mauro Silva y Emerson castigaron los intentos de Giovanella y Vagner por recuperar la pelota sobre todo por la dimisi¨®n del segundo en misiones defensivas. Es cierto que Vagner coloc¨® alguna de las pelotas largas m¨¢s certeras del encuentro, pero sin el cuero -es decir, durante la mayor parte del derby- su espantada fue espectacular.
Y la verdad es que hubo f¨²tbol, en contra de todo lo que se diga de estos partidos de rivalidad. Eran aut¨¦nticos pe?azos cuando se disputaban en Segunda Divisi¨®n, incluso cuando explot¨® el Superd¨¦por se alumbraron derbis de la nada, pero empujados por el car¨¢cter de gente como Karpin, Mostovoi y Djalminha, han entrado en el terreno de lo electrizante. Mucho a?or¨® el partido a Djalminha. Hubiera sido una baza m¨¢s para Irureta, pero sobre todo habr¨ªa resultado interesante para la grada.
La repentina lesi¨®n de Karpin permiti¨® a Mostovoi asociarse con Edu a su derecha y con Gustavo L¨®pez a su izquierda, y en esa l¨ªnea residi¨® lo mejor del club de Bala¨ªdos. La escasa aportaci¨®n de los pivotes les oblig¨® a jugar con balones enviados desde la defensa. Reaparecieron los pelotazos de Djorovic, que volvi¨® al equipo despu¨¦s de un calvario de lesiones. Si la l¨ªnea de tres cuartos no tuvo respaldo atr¨¢s, tampoco Catanha se apunt¨® a la faena.
En cuanto el Deportivo se decidi¨® a jugar en el ¨¢rea del Celta se cobr¨® un gol. Ocurri¨® ocho minutos despu¨¦s del descanso, en el que Irureta sustitu¨® a Fran por V¨ªctor, para cambiar a Maakay a la banda izquierda. Pero el que gan¨® ese carril no fue el holand¨¦s, sino Helder, que centr¨® con una suavidad desconocida para un central y puso la pelota en la cabeza de Valer¨®n, que remat¨® sin oposici¨®n. Puestos a reclamar protagonismo, otro sustituto, Djorovic, que supli¨® a Berizzo como el portugu¨¦s hizo con Naybet, igual¨® el partido en cuatro minutos. Tentado por el Deportivo, el yugoslavo despej¨® suspicacias al rematar un centro desde la derecha de Mostovoi.
Curioso: el equipo que busc¨® el gol desde lejos lo caz¨® en el ¨¢rea peque?a y el que intent¨® elaborar el f¨²tbol sentenci¨® a distancia. Si Djorovic rompi¨® la pelota con su disparo, Mostovoi prefiri¨® colocarla con un disparo suave pero lejano. Un cuarto de hora despu¨¦s de que el Deportivo se adelantase en el marcador y cuando jugaba mejor, se le fue el partido. Tir¨® el entrenador vasco del cat¨¢logo de talismanes: Fernando, Turu Flores... A su equipo le pudo el peso de la rivalidad para errar en Vigo el fogonazo final de la Liga.
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