El tratamiento de la obesidad exige un cambio definitivo de estilo de vida
La enfermedad metab¨®lica debe tratarse como un proceso cr¨®nico
M¨¢s all¨¢ del factor est¨¦tico, la obesidad es una enfermedad metab¨®lica cr¨®nica, que condiciona la aparici¨®n de otras patolog¨ªas, y un importante factor de riesgo cardiovascular. Seg¨²n Xavier Formiguera, presidente de la Sociedad Europea para el Estudio de la Obesidad, este proceso se caracteriza por un exceso de grasa en el cuerpo y su diagn¨®stico se establece cuando el ¨ªndice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso en kilogramos por la talla en metros cuadrados, es superior a 30 kilogramos por metro cuadrado. Se considera que hay sobrepeso cuando esos valores se sit¨²an entre 25 y 30.
'Adem¨¢s', explica, 'la obesidad tambi¨¦n tiene grados, de tal modo que se tipifica como de grado I cuando el IMC est¨¢ entre 30 y 35; de grado II, entre 35 y 40; de grado III o m¨®rbida, superior a 40, y de grado IV o superm¨®rbida, por encima de 50. Cuanto mayor es el peso, mayores son tambi¨¦n los riesgos para la salud'.
Riesgos aumentados
Para Josep Formiguera, endocrin¨®logo del hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), la obesidad incrementa poderosamente el riesgo de hipertensi¨®n, diabetes, alteraciones de los l¨ªpidos, gota, depresi¨®n, infecci¨®n por hongos, osteoartritis, trastornos de la ovulaci¨®n, irregularidades menstruales, ovarios poliqu¨ªsticos, enfermedades de la ves¨ªcula biliar, apnea del sue?o, patolog¨ªa coronaria (angina de pecho, infarto de miocardio y muerte s¨²bita) y c¨¢ncer (¨²tero, ovarios, mama, pr¨®stata y colon).
La distribuci¨®n de la grasa corporal tiene significaci¨®n en cuanto al mayor o menor riesgo de morbilidad (complicaciones), en funci¨®n del fenotipo o apariencia. En la llamada obesidad perif¨¦rica, ginoide o en forma de pera la grasa se concentra sobre todo en muslos y gl¨²teos y predomina en las mujeres, en tanto que en la obesidad central, androide o en forma de manzana, la grasa se concentra en el abdomen, cintura y espalda. Esta ¨²ltima, caracter¨ªstica de los varones, tambi¨¦n puede aparecer en la mujer y representa en estos casos mayor riesgo.
Seg¨²n Basilio Moreno Esteban, jefe de la unidad de Obesidad del hospital Universitario Gregorio Mara?¨®n de Madrid, la ¨²nica regla de oro para mantener un peso adecuado es establecer un equilibrio entre el n¨²mero de calor¨ªas de la dieta y el gasto energ¨¦tico. Como indica este especialista, el gasto energ¨¦tico resulta de la suma de calor¨ªas consumidas por el metabolismo basal, la termog¨¦nesis y las gastadas a expensas del ejercicio f¨ªsico. El metabolismo basal comprende un conjunto de reacciones que se dan en las c¨¦lulas, imprescindibles para el funcionamiento del organismo.
'Esta actividad celular', dice Moreno, 'requiere energ¨ªa, esto es, calor¨ªas para mantener su funci¨®n y es diferente en cada persona, de tal modo que el metabolismo basal a veces est¨¢ gen¨¦ticamente determinado y otras veces puede ser modificado por el tipo de alimentaci¨®n o la cantidad de ejercicio f¨ªsico. El mecanismo de producci¨®n de energ¨ªa, necesaria para los procesos del metabolismo basal, se conoce como termog¨¦nesis. Y, por ¨²ltimo, el ejercicio f¨ªsico, que se debe adecuar seg¨²n la ingesta alimentaria, el peso y el tipo de vida'.
Para Moreno, no existen dietas m¨¢gicas para perder peso cuando ¨¦ste se ha incrementado por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energ¨¦ticos, hecho que sucede en el 98% de los pacientes obesos.
El abordaje terap¨¦utico de la obesidad comienza 'por un cambio en el estilo de vida, que debe mantenerse en el tiempo, y que supone la adopci¨®n de unos h¨¢bitos saludables basados en una dieta equilibrada, con cierta tendencia a que sea hipocal¨®rica, y la pr¨¢ctica regular de ejercicio f¨ªsico moderado'. Adem¨¢s, en algunos casos ser¨¢ necesario recurrir al tratamiento farmacol¨®gico.
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