La polic¨ªa de Valencia intimida a las prostitutas del Grau para que se vayan al barrio de Natzaret

Varios coches patrulla y al menos dos motos de la Polic¨ªa Local custodian cada d¨ªa un traslado forzoso e intimidatorio de las prostitutas que habitualmente trabajan en el Grau hacia el barrio de Natzaret. En varias ocasiones, una de ellas registrada en v¨ªdeo por los vecinos afectados, alg¨²n agente insulta, empuja y llega a dar una patada a la prostituta que se resiste al traslado.

'Camina, zorra, guarra', son algunas de las frases ofensivas que varios agentes de la Polic¨ªa Local han gritado a las mujeres, la mayor¨ªa de entre 19 y 26 a?os, que ejercen la prostituci¨®n en el Grau. Resistirse a moverse del sitio o responder a las provocaciones policiales puede suponer recibir una patada o empujones contra un poste.

Seg¨²n los vecinos de Natzaret, la cinta es suficientemente expl¨ªcita del abuso y atropello para con los derechos de las prostitutas. La grabaci¨®n ha sido vista por el concejal de Polic¨ªa Local, Jorge Bellver, y por la presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Valencia, Carmen Vila, quien ayer quitaba hierro al asunto.

Sin embargo, Jorge Bellver y varios de sus asesores emplazaron a los vecinos a una segunda reuni¨®n -que no se ha celebrado, seg¨²n la versi¨®n de ¨¦stos- para ofrecerles una compensaci¨®n en el barrio a cambio de no dar publicidad al contenido de la cinta.

La protecci¨®n que la Polic¨ªa Local practica sobre las prostitutas se realiza cada noche, entre las 22.00 y las 24.00, coincidiendo con las patrullas diarias de los vecinos de los barrios del Grau y Nazaret en contra, precisamente, de la prostituci¨®n.

A esas horas, las mujeres se encuentran trabajando en las proximidades del Puerto de Valencia. La Polic¨ªa Local las avisa de la salida de los vecinos e inicia la operaci¨®n de conducirlas hasta el puente de Natzaret. Son una docena las que no pueden librarse del traslado. Ellas caminan a paso lento. Ellos las invitan a forzar la marcha. Tres o cuatro intentos sirven para acabar con la paciencia de m¨¢s de uno y entrar en el vocabulario del insulto y la intimidaci¨®n: 'Vamos, anda, hija de puta o te vas a enterar'. Y si la intimidaci¨®n no surte efecto y las j¨®venes responden, oyen lo siguiente: 'Te voy a joder, zorra'. Y reciben una patada. Los vecinos estudian la posibilidad de entregar la grabaci¨®n al decano de los jueces de Valencia, Fernando de Rosa.