Dos ¨®rdenes religiosas acusan a De la Rosa de apropiaci¨®n indebida
La venta de Tibigardens, investigada por la juez
Las congregaciones religiosas se consideran perjudicadas por la venta de los terrenos del parque de atracciones de Salou y Vila-seca -propiedad en 1994 de Grand Pen¨ªnsula- a Incosa, sociedad filial de La Caixa, en mayo de aquel a?o. La querella afirma que la venta se produjo 'muy por debajo de su valor, en perjuicio de los accionistas de Grand Tibidabo', que est¨¢ en quiebra voluntaria.
La venta del 70% del capital de Grand Pen¨ªnsula a Incosa permiti¨®, seg¨²n los querellantes, 'la liquidaci¨®n de pr¨¦stamos del propio Javier de la Rosa'. Las congregaciones religiosas reclaman responsabilidad civil a Incosa y La Caixa. En la querella se afirma que De la Rosa vendi¨® el 70% de la sociedad propietaria de los terrenos 'por el precio irrisorio de 4.909 millones de pesetas, que correspond¨ªan a su valor en libros, cuando la Sociedad de Tasaci¨®n lo hace en 30.017 millones'.
El director de los servicios jur¨ªdicos de La Caixa, Sebasti¨¢n Sastre, admite que 'el valor desembolsado por las acciones era coincidente con el valor te¨®rico contable'. Sin embargo, puntualiza: 'El coste de adquisici¨®n de las acciones para Inmobiliaria Colonial fue de 10.509 millones, puesto que esta sociedad asumi¨® tambi¨¦n la obligaci¨®n de desembolsar dividendos pasivos por valor de 5.601 millones, adem¨¢s de los 4.908 millones de la venta'. La Caixa afirma que 'es falso que se amortizaran cr¨¦ditos de De la Rosa con el importe de esta operaci¨®n'.
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