'Un restaurante es una de las pocas zonas neutrales que quedan en Euskadi'

Aitor Elizegi, nacido en Santutxu (Bilbao) en 1966 y cocinero desde hace 14 a?os, ha inaugurado un nuevo restaurante hace apenas seis meses. Su afamado Gaminiz ha dejado el cl¨¢sico emplazamiento en Plentzia -'necesit¨¢bamos m¨¢s espacio'- para asentarse en el Parque Tecnol¨®gico de Zamudio, en un caser¨ªo moderno y minimalista. Elizegi, que ha logrado decenas de galardones como el Campeonato de Espa?a de Cocineros en 1988, recibi¨® en 2000 el Premio Euskadi Gastronom¨ªa al mejor restaurador.

Pregunta. El turismo ha bajado un 12% en marzo. ?Lo ha notado?

Respuesta. A nosotros el descenso de la clientela nos ha coincidido con el traslado, con la consolidaci¨®n del restaurante. Aunque s¨¦ por los compa?eros que el efecto del terrorismo ha sido autom¨¢tico.

P. ?Ha militado alguna vez en un partido?

R. No.

P. Con la ampliaci¨®n del negocio, se ha convertido en un peque?o empresario. ?Qu¨¦ le dice la palabra extorsi¨®n?

R. Soy un mini-hostelero. En la extorsi¨®n no pienso. No me planteo si me puede suceder. Parece que eso es algo que le pasa a otros, ?no?, hasta que te toca a t¨ª.

P. ?Cu¨¢l cree que es el camino a seguir despu¨¦s del 13-M?

R. Hay que crear centros de encuentro. Si no se sientan los pol¨ªticos a hablar, todos, sin condiciones, aqu¨ª no va a pasar nada ganen unos u otros. Es un problema de actitud. Da igual qui¨¦n est¨¦ arriba si es incapaz de ceder.

P. Usted que viaja constantemente a otras comunidades, a otros pa¨ªses, ?qu¨¦ opini¨®n sobre Euskadi percibe fuera?

R. Tremenda. Los medios de comunicaci¨®n hacen mucho da?o. La portada sobre este pa¨ªs no puede ser un cajero quemado. Eso es muy perjudicial.

P. Pero esa violencia existe.

R. No estoy hablando de los asesinatos, que son una locura. Al tema de la violencia hay que darle importancia, claro, pero este pa¨ªs vive a diario y eso tambi¨¦n hay que reflejarlo.

P. Usted ha preparado comidas para pol¨ªticos y ciudadanos de todas tendencias e ideolog¨ªa.

R. Eso espero. Quiz¨¢ el deporte y los restaurantes sean de los pocos centros de encuentro que existan en este pa¨ªs. Igual habr¨ªa que hacer un parlamento en San Mam¨¦s.

P. Opina que las personas que, como usted, tienen cierta relevancia p¨²blica deben hablar a la ciudadan¨ªa.

R. Para nosotros no es un plato de gusto eso de tener que hablar, pero lo que no creo que haya que hacer nunca es callar. Aqu¨ª hay mucho miedo. Parece que sea malo decir que uno es nacionalista o que uno es no nacionalista. Eso es lo que han conseguido cuatro violentos. Es incre¨ªble.

P. Savater critic¨® que los cocineros vascos no respondieran de inmediato al asesinato del cocinero Ram¨®n Garc¨ªa.

R. La gastronom¨ªa est¨¢ dando muestras a diario de saber estar. El camino a seguir es el que est¨¢n dando los grandes chefs de este pa¨ªs: creando centros de encuentro. Menos discursos y m¨¢s hechos. La pregunta que hay que hacerse es por qu¨¦ dentro de un restaurante s¨ª pueden sentarse tantas tendencias diferentes. Lo que tienden mucho los pol¨ªticos es a crear sus guetos, sus batzokis, sus herriko tabernas... Hosteler¨ªa donde s¨®lo pueden entrar los que son de un partido o ideolog¨ªa. Y la gastronom¨ªa es todo lo contrario.

P. ?Ser¨ªa positivo entonces crear entre la gente joven una cultura gastron¨®mica?

R. Seguro. Aunque aqu¨ª ya tenemos mucho camino recorrido. Hay que seguir peleando siempre y abriendo la mente de todos con nuevas tendencias, nuevos productos, distintas maneras de hacer las cosas igualmente v¨¢lidas.