El volc¨¢n filipino
La presidenta filipina ha mostrado coraje al encarcelar a su predecesor y ordenar el arresto de una docena de conocidos personajes, entre ellos inveterados golpistas, despu¨¦s de que miles de personas leales al ex presidente Joseph Estrada intentaran asaltar el palacio de Malaca?ang. Coincidiendo con sus 100 d¨ªas en el cargo, Gloria Macapagal ha declarado el estado de rebeli¨®n para combatir el primer gran desaf¨ªo de su corta presidencia. A diferencia de enero, cuando las manifestaciones populares propiciaron la ca¨ªda de Estrada -un ex actor de cine ¨ªdolo entre los m¨¢s pobres de las ciudades-, ej¨¦rcito y polic¨ªa se han mostrado ahora leales a la jefa del Estado. Pero es dif¨ªcil predecir por cu¨¢nto tiempo.
El mandato de la presidenta est¨¢ lastrado en origen porque Estrada, a quien muchos filipinos parecen haber identificado con sus papeles heroicos en la pantalla, nunca ha renunciado a la jefatura del Estado. El Tribunal Supremo declar¨® la presidencia vacante despu¨¦s de que el Senado abortara su proceso de destituci¨®n. Estrada, acusado de apropiarse de m¨¢s de 15.000 millones de pesetas durante sus dos a?os y medio al tim¨®n, sigue consider¨¢ndose v¨ªctima de un compl¨® extraconstitucional que puso en su lugar a una brillante economista de la buena sociedad.
Las espadas siguen en alto en una naci¨®n profundamente dividida, cuyas instituciones son en muchos casos una c¨¢scara vac¨ªa y que en los ¨²ltimos 15 a?os, desde el derrocamiento de Marcos, se mueve a los vaivenes del llamado poder popular. El inminente reto para la presidenta son las elecciones al Senado del 14 de mayo. En situaci¨®n tan crispada, una victoria de los partidarios de Estrada se ver¨ªa como una deslegitimaci¨®n de Macapagal, adem¨¢s de privarla del apoyo en el Congreso para poner en marcha una reforma econ¨®mica. Filipinas necesita un Gobierno estable, capaz de articular m¨ªnimamente el pa¨ªs y poner fin a la violencia y el imperio de la corrupci¨®n. Por encima de cualquier otra cosa, la realidad que condiciona los acontecimientos del archipi¨¦lago asi¨¢tico es el hecho de que un tercio de sus 75 millones de almas viva con 200 pesetas al d¨ªa. En sus circunstancias, nada tan f¨¢cil como creer a demagogos o seguir a profetas de la violencia.
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