La Real sucumbe a la adversidad
El Valencia aprovecha la inferioridad num¨¦rica de su rival para obtener una victoria sin brillo
No siempre es f¨¢cil entender la superioridad n¨²merica. Puede estimular la victoria o tranquilizar frente a la derrota. Al Valencia le pudo el esp¨ªritu conservador y opt¨® por lo segundo, a pesar de tener solamente nueve rivales enfrente durante toda la segunda mitad. La Real hab¨ªa apostado por la sobrerrevoluci¨®n y cobr¨® el castigo: Luiz Alberto, que siempre llegaba tarde a casi todo, cometi¨® dos faltas inauditas que le mandaron a la ducha por desatento. La expulsi¨®n de Fuentes result¨® m¨¢s razonable: o era expulsi¨®n o era gol. Y eligi¨® lo primero, en acto de servicio.
Demasiada desigualdad, aun a pesar de los cansancios europeos (el Valencia) o las cadenas de la clasificaci¨®n (la Real). El Valencia tom¨® una decisi¨®n razonable: actuar con paciencia, a sabiendas de que atacar¨ªan ocho contra ocho, y que no padecer¨ªa agobios defensivos.
REAL SOCIEDAD 1| VALENCIA 2
Real Sociedad: Alberto; Fuentes, Loren, Julio C¨¦sar, Rekarte (Alejandro, m. 86); Luiz Alberto; Khokhlov, Tayfun, Idiakez, Aranzabal; y De Paula (Gurrutxaga, m. 47) Valencia: Ca?izares; Ayala, Bjorklund, Carboni; Angulo, Baraja (Illie, m. 59), Deschamps, Aimar, Vicente (Kily Gonz¨¢lez, m. 76); Zahovic y Diego Alonso (Carew, m. 72) Goles: 0-1. M. 67. Zahovic resuelve a la media vuelta en el ¨¢rea un servicio de Diego Alonso. 1-1. 75. Penalti inexistente que transforma Aranzabal. 1-2. M. 82. Disparo de Aimar que desv¨ªa Julio C¨¦sar y sorprende a Alberto. ?rbitro: Medina Cantalejo. Expuls¨® a Luiz Alberto (m. 39) por doble amonestaci¨®n y a Fuentes (m. 46) por una entrada a Aimar. Mostr¨® tarjetas amarillas a Tayfun, L¨®pez Rekarte, Baraja y al entrenador de la Real Sociedad, John Toshack. Unos 25.000 espectadores en Anoeta. El ¨¢rbitro alcanz¨® el t¨²nel de vestuarios protegido por la Ertzaintza.
Lo primero resultaba razonable; lo segundo pareci¨® una temeridad. Porque el Valencia, obtuso, espeso, poco pr¨¢ctico, obtuvo su gol a bal¨®n parado, en una acci¨®n a¨¦rea de Diego Alonso que reinvent¨® Zahovic en un escorzo.
Pero la Real distaba mucho de ser un equipo entregado, restringido a la adversidad; m¨¢s al contrario, debido al estado de necesidad. Y lo absolvi¨® en esa precaria ley de la compensaci¨®n en la que los malos ¨¢rbitros enjugan sus sentimientos de culpa. Un error de Aranzabal en el remate -lo intent¨® con la derecha-, se convirti¨® en un penalti inexistente que convirti¨® el propio Aranzabal con un tiro m¨¢s ajustado que inteligente. Ol¨ªa a milagro, a ¨¦pica, pero la evidencia fue m¨¢s fuerte. Aimar, -el mejor sobre el campo-, resolvi¨® la victoria, con la colaboraci¨®n de Julio C¨¦sar. El resto fue inestabilidad, correcalles, tortura para la Real. Mucha basura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.