PP y PSE rozan la mayor¨ªa suficiente para gobernar

Este resultado sit¨²a a los partidos constitucionalistas al borde mismo de la mayor¨ªa absoluta (38 sobre 75 esca?os de la C¨¢mara de Vitoria) y a Euskal Herritarrok (EH) en un hundimiento sin precedentes para los abertzales radicales al perder casi la mitad de sus parlamentarios.

Una proporci¨®n ins¨®litamente alta de ciudadanos vascos (80%) manifiesta su intenci¨®n de acudir a votar con toda seguridad en los comicios del 13 de mayo, 10 puntos por arriba de quienes, en v¨ªsperas de las elecciones de 1998, con un alto el fuego de ETA vigente desde hac¨ªa unas semanas, manifestaron esa misma inclinaci¨®n. Los datos del sondeo indican que la participaci¨®n puede alcanzar (o incluso superar) el 75%, lo que significar¨ªa un r¨¦cord hist¨®rico (en las anteriores auton¨®micas se acerc¨® al 71%) y apuntalar¨ªa la idea de que la mayor¨ªa de los vascos percibe este proceso electoral como una cita excepcionalmente importante.

La coalici¨®n PNV-EA obtendr¨ªa tres esca?os m¨¢s (y tres puntos m¨¢s en porcentaje de votos) de lo que obtuvieron por separado en 1998. La clave de este ascenso es la corriente de transferencia electoral que recibir¨ªa de anteriores votantes de EH (casi uno de cada tres de sus electores se manifiestan ahora inclinados a votar a PNV-EA). Aun as¨ª, quedar¨ªa a dos esca?os de su mejor resultado, en las primeras auton¨®micas, en 1984, tras la recuperaci¨®n de la democracia y antes de que se produjese la escisi¨®n de Eusko Alkartasuna.

Avance relativo

El mayor avance relativo lo experimentar¨ªa el PP, con 3 o 4 esca?os m¨¢s de los que obtuvo en 1998, sumando los dos que ten¨ªa Unidad Alavesa, con la que ahora concurre en coalici¨®n.

El PSE-EE, registra asimismo una recuperaci¨®n considerable: ser¨ªa la tercera fuerza (en 1998 fue la cuarta, superado ligeramente por EH) y obtendr¨ªa un esca?o m¨¢s que entonces en Guip¨²zcoa.

El retroceso de EH puede tener proporciones inusitadas. Perder¨ªa m¨¢s del 40% de su apoyo electoral y quedar¨ªa 3 o 4 esca?os por debajo de su peor resultado anterior, bajo la denominaci¨®n de Herri Batasuna (once parlamentarios y algo m¨¢s de 157.000 votos en 1984).

En cuanto a IU-EB, el cambio de legislaci¨®n electoral -que ha rebajado el umbral de esterilidad o derecho al reparto de esca?os desde el 5% al 3% de los sufragios v¨¢lidos a candidaturas- le permitir¨ªa aspirar a repetir su actual representaci¨®n pese a que la encuesta refleja un descenso de 1,4 puntos en porcentaje de sufragios.

Desde una perspectiva de conjunto, atenta a los bloques electorales, estos resultados dibujar¨ªan el mejor balance hist¨®rico del espacio constitucionalista en elecciones de este tipo. Los partidos constitucionalistas ganar¨ªan 4 o 5 esca?os y tendr¨ªan el 48% o 49% de la C¨¢mara y casi el 44% del voto.

No menos importante parece el realineamiento que tendr¨ªa lugar dentro del espacio nacionalista en beneficio de la coalici¨®n PNV-EA y perjuicio de EH. Aunque la suma de fuerzas de uno y otro grupo conseguir¨ªan, seg¨²n estos datos, la mayor¨ªa de los esca?os, retroceder¨ªan en su conjunto entre 3 y 4 parlamentarios sobre los que consiguieron en 1998. As¨ª, aun en el caso de que la coalici¨®n que lidera Juan Jos¨¦ Ibarretxe decidiese apoyarse en los esca?os de los independentistas radicales de EH, pese a su negativa a condenar los atentados de ETA, la adici¨®n de sus fuerzas no superar¨ªa en m¨¢s de uno o dos parlamentarios a la resultante del bloque constitucionalista.

Coalici¨®n

Sin embargo, no hay un supuesto claramente dominante en el electorado para la hip¨®tesis, previsible, de que ning¨²n partido tenga mayor¨ªa absoluta. La alternativa m¨¢s mencionada es la coalici¨®n PNV-EA-PSE, pero s¨®lo el 26% desea ese escenario.

En todo caso es preciso destacar las condiciones de rechazo en las que se ha realizado esta encuesta y que se resumen en tres puntos: las 1.814 entrevistas v¨¢lidas realizadas han aparejado 6.144 contactos fallidos, una tasa de repudio que pone en cuesti¨®n la condici¨®n representativa de la muestra; los recuerdos de voto de PP y de EH apenas superan un tercio de los que realmente consiguieron; y menos de cinco de cada diez entrevistados hace expl¨ªcita la direcci¨®n de su voto. M¨¢s de la mitad se refugia en un 'no s¨¦' o 'no lo he decidido'.