La pirueta imposible

El Tau ejerce el funambulismo. Un funambulismo sin excusas. No tiene el mayor presupuesto de la Euroliga. Ni siquiera uno de los cinco mejores. ?Y qu¨¦? Tiene una plantilla escasa por defecto y menguada por las circunstancias (Corchiani por lesi¨®n; Stombergas y Foirest ayer por las faltas). ?Y qu¨¦? Es el equipo milagro. S¨®lo con fe y coraz¨®n ha salido indemne de Grecia cuantas veces ha ido, que han sido muchas. Y as¨ª ha sido subcampe¨®n en una final a la que se le pueden encontrar fallos en los marcadores (no ha existido emoci¨®n), pero no en la actitud y otros muchos factores. La final, para hacer honor a los t¨®picos, fue lo peor en cuanto a juego.

No fue campe¨®n el Tau porque la ¨²ltima pirueta le result¨® imposible. Bolonia. 8.200 italianos m¨¢s una megafon¨ªa atronadora en cada ataque del Tau (tras la pertinente protesta baskonista se silenci¨®). El mejor equipo de Europa enfrente. M¨¢s de medio partido sin aleros titulares y Bennett demasiado solo frente al mundo entero. Pero el Tau no puso peros. No hubo excusas. S¨®lo la rabia interna de no conseguir el t¨ªtulo y la promesa de seguir guerreando para tocar de nuevo el techo europeo, eso s¨ª, sin fallar en la ¨²ltima pirueta. Mientras Dusko Ivanovic figure en la n¨®mina baskonista, ¨¦sa ser¨¢ la obsesi¨®n del club vitoriano.

La del Tau es una lecci¨®n para el baloncesto en general y el espa?ol en particular. No s¨®lo en la concepci¨®n del juego, con una agresividad y un instinto ganador fuera de lo com¨²n. Tambi¨¦n es un ejemplo para quienes andan por las bambalinas. Detr¨¢s de los profesionales de la canasta tiene una legi¨®n en la gesti¨®n. Es el club espa?ol con mayor estructura interna.