El socialismo 'esconde' a Mitterrand en el 20? aniversario de su triunfo
Jospin se limita a elogiar su estrategia para lograr la uni¨®n de la izquierda
Todo el clamor popular que acogi¨® la primera victoria electoral de Fran?ois Mitterrand, de la que ayer se cumplieron 20 a?os, ha quedado reducido a una fiesta en la plaza de la Bastilla de Par¨ªs y un tibio homenaje por parte de la direcci¨®n del Partido Socialista, que est¨¢ lejos de arriesgarse a la defensa de una vida pol¨ªtica con zonas de misterio. A un a?o del que se supone va a ser su propio combate por la presidencia, el actual l¨ªder socialista y primer ministro, Lionel Jospin, opt¨® por elogiar la estrategia de 'uni¨®n de la izquierda'.
La victoria de la alternancia pol¨ªtica en Francia fue ensalzada por Jospin, pero orill¨® la obra de gobierno de Mitterrand, perfumada de esc¨¢ndalos. Fueron 14 a?os de poder socialista, entre 1981 y 1995, amputados por dos cohabitaciones con la derecha: la de 1986 a 1988, con Jacques Chirac como primer ministro, y la de 1993 a 1995, con ?douard Balladur a la cabeza del Gobierno. Los medios de comunicaci¨®n franceses han dedicado mucho espacio a la efem¨¦rides, reconociendo la seducci¨®n del personaje, pero pregunt¨¢ndose qu¨¦ ha quedado realmente de Mitterrand en este pa¨ªs y, sobre todo, en el 'pueblo de izquierda'.
La nostalgia de los que le recuerdan con emoci¨®n aparece principalmente entre sus m¨¢s estrechos colaboradores, desde Pierre Mauroy, su primer jefe de Gobierno, a alguno de los ministros actuales o los amigos del primer c¨ªrculo del ex presidente. A pesar de los centenares de libros publicados sobre ¨¦l, nadie est¨¢ realmente seguro de que ya sabe todo lo hay que saber sobre las relaciones del joven Mitterrand con el r¨¦gimen de Vichy, t¨ªtere de los nazis; ni sobre su papel en los gobiernos que se enfrentaron con los independentistas argelinos. A ello se suman otros esc¨¢ndalos m¨¢s sonoros, desde el hundimiento del nav¨ªo ecologista Rainbow Warrior a las escuchas ilegales, la fabricaci¨®n de pruebas contra presuntos terroristas o la financiaci¨®n ilegal de su partido.
Procesos judiciales
Autor de un libro cr¨ªtico con el mitterrandismo, que public¨® en 1995 -mucho antes de llegar a la jefatura del Gobierno-, Jospin no ha hecho nada por ahorrar penas judiciales a los ¨²ltimos mitterrandistas procesados, ya sean el ex ministro Roland Dumas o el hijo del ex presidente, Jean-Christophe Mitterrand, que ha recibido sumas importantes de dinero de un traficante de armas por operaciones presuntamente ilegales.
Amenazado por los comunistas con una crisis de Gobierno, Jospin prefiri¨® ayer homenajear en Mitterrand al dirigente que supo 'reunir a toda la izquierda', uni¨¦ndose al Partido Comunista desde un Partido Socialista 'fuerte y renovado' que 'no pod¨ªa ceder a la intimidaci¨®n' y que hab¨ªa de tener en cuenta a muchas corrientes internas.
De todas las opiniones vertidas sobre la obra del ex presidente, el elogio m¨¢s amplio se lo lleva la decisi¨®n de abolir la pena de muerte. Tambi¨¦n, su apuesta estrat¨¦gica por Europa, si bien el Gobierno actual alberga muchas m¨¢s dudas que el ex presidente sobre el futuro de ese proceso. En su tiempo se adoptaron medidas sociales como la jubilaci¨®n a los 60 a?os, hoy amenazada -a pesar de que el Gobierno contin¨²a sosteni¨¦ndola- por la dificultad de financiarla durante los decenios pr¨®ximos.
La nacionalizaci¨®n de 41 bancos en el oto?o de 1981 fue deshecha por el Gobierno de Chirac en 1986, durante la primera cohabitaci¨®n, y nadie m¨¢s se ha planteado volver a ello. La reducci¨®n de la jornada m¨¢xima de trabajo a 39 horas semanales ha sido corregida y aumentada por la mayor¨ªa actual de Lionel Jospin, que la ha dejado en 35. La lucha contra el paro fue un fracaso en la ¨¦poca de Mitterrand, pero Jospin ha tenido m¨¢s suerte y ha aprovechado bien un ciclo de crecimiento econ¨®mico para crear empleo, invirtiendo la deprimente tendencia anterior. Al ex presidente se le reconoce, en fin, haber dado prioridad a la lucha contra la inflaci¨®n.
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