Vientos de generosidad
Un hombre que recibi¨® un trasplante hace 13 a?os navega por el litoral espa?ol para promover las donaciones
Francisco Rodr¨ªguez Ram¨ªrez, Quico, es una de esas personas que saben exprimir con gozo cada minuto que la vida les brinda. Intu¨ªa los beneficios del disfrute terrenal, pero no lleg¨® a convertirse en militante de la vida hasta que el destino le ense?¨® los dientes. Eso fue hace 13 a?os.
Por esas fechas, Quico Rodr¨ªguez necesitaba un trasplante de ri?¨®n. Lo consigui¨® y, desde entonces, no ha pasado un d¨ªa en el que no se sienta agradecido.
Fue precisamente la necesidad de responder a esa gratitud lo que le hizo embarcarse, hace ya seis meses, en un peque?o velero con el que recorre las costas espa?olas brindando a los dem¨¢s su experiencia y solicitando la generosidad de la que ¨¦l tuvo la suerte de beneficiarse. El nombre del velero no puede estar m¨¢s acorde con el objetivo del viaje. Se llama Hazte donante.
'Quer¨ªa devolver de alg¨²n modo a la sociedad lo que a m¨ª me hab¨ªan regalado. Vivo al borde del mar y se me ocurri¨® recorrer Espa?a en un barco para intentar animar a la gente a que se haga donante de ¨®rganos', explica.
Su idea fue muy bien recibida. Tanto, que logr¨® el respaldo de diversas administraciones, de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes y de la infanta Cristina y del tenor Jos¨¦ Carreras, madrina y padrino de tan original iniciativa.
'Quiero pensar que esto est¨¢ resultando eficaz. Nuestro trabajo consiste en que la donaci¨®n de ¨®rganos se vea como algo natural. Que se pueda hablar de ello con tranquilidad en casa porque eso permite que los fantasmas desaparezcan. La cultura y la informaci¨®n es lo que abre las puertas de todo y lo que consigue que cada vez haya m¨¢s sensibilidad hacia temas como ¨¦ste', comenta.
En su aventura solidaria, Quico cuenta con la compa?¨ªa y el apoyo de Nacho Moratinos. '?l es realmente el marinero. Es la fuerza y el cerebro de este viaje. Yo voy necesitando ya tambi¨¦n un trasplante de neuronas y, por ahora, me sirvo de la cabeza de Nacho', bromea Quico.
Junto a la colaboraci¨®n siempre impredecible del mar, el humor es uno de los principales motores del velero y sus dos ocupantes. Se trata de quitarle hierro al tema. El asunto que motiv¨® el viaje es lo suficientemente serio como para espantar cualquier atisbo de frivolidad. Pero los planteamientos dram¨¢ticos tampoco llevan a ning¨²n sitio.
Por eso Quico Rodr¨ªguez y Nacho Moratinos, cada vez que atracan en un puerto, despliegan amplias sonrisas a la par que recogen las velas del Hazte donante.
Estos dos peculiares marinos, que iniciaron rumbo un 14 de septiembre en Altea (Alicante), esperan echar definitivamente el ancla en el Pa¨ªs Vasco, 'hacia el mes de septiembre, antes de que nos pille el mal tiempo'.
Mientras tanto seguir¨¢n conversando con decenas de personas, intercambiando experiencias y sentimientos. Como los que les transmiten las madres de hijos que recibieron un trasplante o que donaron un ¨®rgano.
Espa?a es el pa¨ªs del mundo donde m¨¢s donaciones se realizan. Pero, aun as¨ª, no es suficiente. Hacerse donante es, al final, un espl¨¦ndido acto de ego¨ªsmo, porque nadie sabe nunca en qu¨¦ lado de la barrera le tocar¨¢ estar. Trasladar ese mensaje y devolver a los dem¨¢s lo que a ¨¦l le dieron es hoy la principal meta de Quico Rodr¨ªguez. En el traslado del mensaje solidario est¨¢ totalmente enfrascado. Lo otro tendr¨¢ que esperar.
Y es que la persona que ha intentado que la generosidad vaya viento en popa reconoce que est¨¢ recibiendo mucho m¨¢s de lo que trata de dar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.