Un fraile de Siete Estrellas

Trabaja cada d¨ªa para ganarse el cielo, pero nunca pens¨® que en la Tierra le iban a dar el Siete Estrellas. 'Casi prefer¨ªa que no me dieran el premio para estar m¨¢s tranquilo. El deporte lo hago porque lo llevo dentro y a favor de la juventud. Pero vienen, te dan un premio, ?y qu¨¦ le voy a hacer? Trabajo m¨¢s tranquilo sin reconocimientos'. As¨ª piensa Pedro Tapia Fern¨¢ndez, m¨¢s conocido como fray Pedro, un leon¨¦s de 74 a?os que lleva desde 1939 en Madrid y que forma parte de los pioneros del hockey sala y sobre hierba en la regi¨®n.

Junto a Vicente del Bosque, entrenador del Real Madrid; Juan de Dios Rom¨¢n, ex seleccionador nacional de balonmano; Iv¨¢n Leal, campe¨®n del mundo de k¨¢rate; Guillermo Jim¨¦nez, ex gerente del Instituto Municipal de Deportes; la Sala de Armas de Esgrima de Madrid, y Gemma Hassen-Bey, medallista paral¨ªmpica en esgrima en Barcelona y Atlanta, forman el septeto de personas o entidades que han sido galardonadas en la decimocuarta edici¨®n de los Siete Estrellas del deporte madrile?o y que lo recibir¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 31, si la huelga de operadores de c¨¢mara de Telemadrid no lo impide, como el pasado jueves.

'Hago deporte porque lo llevo dentro y por la juventud. Casi preferir¨ªa que no me premiaran'

Y es que fray Pedro, a pesar de sus reticencias, se merece el premio por llevar toda la vida ligado al deporte. Ya en el seminario de Legan¨¦s, donde ingres¨® con 12 a?os, una vez acabada la guerra civil, se escapaba de la disciplina de la orden agustina cuando bajaba al pueblo, por ser el encargado de las compras, y se quitaba el h¨¢bito para darle al bal¨®n con los jugadores del Club Deportivo Legan¨¦s, el actual equipo de f¨²tbol de Segunda Divisi¨®n, que en aquella ¨¦poca jugaba en categor¨ªa regional. 'No lo hac¨ªa mal; ten¨ªa un tiro impresionante, de gran potencia, y dominaba el bal¨®n con los dos pies. Por eso me quiso fichar el Legan¨¦s y sus directivos hablaron con el padre superior, pero rechac¨¦ la propuesta, ya que me pod¨ªan echar del seminario y a m¨ª me llamaba mucho la vocaci¨®n', recuerda fray Pedro, que no abandon¨® su faceta deportiva y sigui¨® siendo el organizador de las competiciones durante las fiestas en el seminario.

Pero su mayor dedicaci¨®n lleg¨® con el deporte escolar. Tras salir del seminario, en 1952, ingres¨® en el colegio San Pablo (ahora Valdeluz), cuando estaba en la calle de Valverde de Madrid, y all¨ª el director le puso al cargo de la secci¨®n de deportes. 'Hac¨ªamos f¨²tbol, atletismo, baloncesto, balonmano y pelota a mano o a pala, pero no ten¨ªamos instalaciones para practicar dentro del colegio y ten¨ªamos que ir a las pistas de la universidad', comenta fray Pedro, quien tard¨® en descubrir el hockey, pero cuando lo hizo encontr¨® su segunda vocaci¨®n.

'Se presentaron un d¨ªa en la porter¨ªa del colegio unos se?ores de la Federaci¨®n Espa?ola y hablaban de traer al colegio el hockey sala. En ese momento vi una luz a mis problemas con el hockey sobre patines que practic¨¢bamos en el Cuartel de la Monta?a, puesto que ten¨ªamos que ir con un saco de ruedas y frenos por los impresionantes baches de la pista', recuerda. ?se fue el comienzo de su relaci¨®n con el hockey, que le ha llevado a ser hasta presidente de la Federaci¨®n Madrile?a, cargo del que ces¨® el pasado 5 de diciembre, despu¨¦s de ocho a?os, por estar 'cansado de aguantar tanto peso'. Y es que fray Pedro ha dado mucho por el hockey. Fue el impulsor de que el San Pablo, primero, y el Valdeluz, despu¨¦s, sea uno de los equipos con mayor tradici¨®n dentro del hockey sala y sobre hierba de Espa?a, y se encarg¨® de fundar y estructurar este deporte en M¨¢laga, donde estuvo tres a?os (de 1966 a 1968). Adem¨¢s, su trabajo siempre lo ha hecho de una forma concienzuda y su tiempo libre lo dedicaba a aprender: 'Cada tarde me bajaba a los entrenamientos de otros t¨¦cnicos. De hockey aprend¨ª viendo a Luis Mar¨ªa Usoz cuando dirig¨ªa el Club de Campo. Desde la grada tomaba notas de lo que hac¨ªa y luego lo aplicaba en el colegio'.

Ense?ar es su gran pasi¨®n, pero su car¨¢cter inquieto le hace no resistirse ante una bola y un stick, y fray Pedro tambi¨¦n ha sido jugador: 'Mataba el gusanillo jugando con los chicos en el entrenamiento, y lo hac¨ªa con h¨¢bito y todo, puesto que la orden nos lo segu¨ªa imponiendo. La verdad es que no te encontrabas muy suelto'. Lleg¨® la liberaci¨®n del h¨¢bito y, con ello, fray Pedro se lanz¨® a la ¨¦lite como jugador cuando ya ten¨ªa 42 a?os. 'Entr¨¦ en el CUDE con ficha, y despu¨¦s, en el San Pablo, y a este equipo lo llev¨¦ a ser campe¨®n de Espa?a en Alicante. Pas¨¦ por encima del entrenador e impuse las normas de disciplina. Un a?o antes se hab¨ªa perdido la final por las malas noches de algunos jugadores y les obligu¨¦ a estar a las once en la cama. De esta forma, nos trajimos el campeonato a Madrid'. S¨®lo una lesi¨®n de rodilla le apart¨®, con 55 a?os, de seguir jugando, pero de lo que no le retira nadie, a sus 74 a?os, es de seguir ense?ando el deporte del stick en el colegio Valdeluz.