Ambiente de calma muy poco consolidado
EL PNV SE ENFRENTA A UNA MAYOR?A ABSOLUTA EN MADRID
El encono entre nacionalistas y no nacionalistas fue tan fuerte durante la campa?a electoral que las primeras declaraciones y gestos, conciliadores, del lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe han sido recibidos casi como un b¨¢lsamo por el conjunto de la sociedad vasca y espa?ola. Ser¨ªa, sin embargo, enga?oso creer que este clima de distensi¨®n est¨¢ ya consolidado: las posiciones pol¨ªticas que adopten los partidos democr¨¢ticos, y muy especialmente el PNV y el Gobierno de Madrid, en los pr¨®ximos meses van a ser muy importantes, y es probable que se repitan en un futuro no muy lejano situaciones de tensi¨®n y enfrentamiento.
El primer movimiento pol¨ªtico realmente a tener en cuenta ser¨¢ el discurso de investidura del lehendakari, que no se producir¨¢ probablemente hasta mediados de julio. Ibarretxe tendr¨¢ que conciliar dos ofertas: la dirigida a los sectores m¨¢s radicales, representados por una parte de su partido y, sobre todo, por los diputados de Eusko Alkartasuna (siete de los 33 esca?os nacionalistas son de EA), que reclaman pasos concretos en el camino de la autodeterminaci¨®n, y la que sirva para tranquilizar las exigencias de respeto democr¨¢tico y seguridad ciudadana de los partidos de oposici¨®n.
Socialistas y populares consideran adem¨¢s que cualquier oferta en el campo de la seguridad tendr¨¢ que estar acompa?ada de gestos sobre el terreno, como el nombramiento de un consejero de Interior que tenga credibilidad y una nueva disposici¨®n de la Ertzaintza para hacer frente a los ataques de la violencia callejera contra las propiedades de los no nacionalistas. A medio plazo, tanto PSE como PP quieren tambi¨¦n garant¨ªas de que se luchar¨¢ contra la politizaci¨®n de la escuela p¨²blica, que est¨¢n intentando realizar a marchas forzadas sectores del nacionalismo m¨¢s radical.
Contactos personales
El discurso de Ibarretxe servir¨¢ tambi¨¦n para comprobar hasta qu¨¦ punto se ha fortalecido su liderazgo dentro del PNV. El lehendakari se ha ganado en estos primeros d¨ªas un margen de confianza, no s¨®lo ante la sociedad vasca, sino tambi¨¦n ante el conjunto de los partidos, pero la verdad es que se sabe muy poco sobre su programa pol¨ªtico y es patente que sus planes de Gobierno para los pr¨®ximos cuatro a?os despiertan casi tanto inter¨¦s en la oposici¨®n como en sus propias filas. Por eso quiz¨¢ se presta m¨¢s atenci¨®n a los contactos que pueda desarrollar discretamente con personalidades del PNV que representan las distintas sensibilidades del nacionalismo vasco que a las entrevistas formales con los dirigentes de los distintos partidos parlamentarios, previstas para esta semana.
Lo ¨²nico que parece seguro es que el lehendakari intentar¨¢ poner en marcha r¨¢pidamente, incluso antes del discurso de investidura, una mesa de negociaci¨®n, en la que no participar¨¢ EH, y que abra por lo menos un foro de discusi¨®n en el que poder hacer frente a posibles crisis. Nadie descarta, ni en Euskadi ni en Madrid, que ETA est¨¦ planeando una nueva ofensiva de atentados y asesinatos para intentar forzar a Ibarretxe a negociar directamente con la banda, algo que no desea ni el propio lehendakari ni la direcci¨®n del PNV. Arzalluz ha dicho ya en varias ocasiones que no volver¨¢ a llegar a acuerdos con ETA sin que est¨¦n presentes, al menos, los socialistas.
El Partido Popular, por su parte, asegura que est¨¢ dispuesto a acudir a una mesa de di¨¢logo y a restablecer unas relaciones normales en el Parlamento vasco, pero al mismo tiempo ha dejado ya claro que el PNV no se enfrenta a una minor¨ªa popular en Vitoria, sino a una mayor¨ªa absoluta del PP en Madrid. Por eso, ha sido el propio presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, quien ha salido a la palestra por delante de Jaime Mayor. Cualquier iniciativa de negociaci¨®n tendr¨¢ que contar con esa realidad. Para los analistas del PP, el peor escenario posible en los pr¨®ximos meses ser¨ªa que Ibarretxe 'equivocara el ritmo' y creyera que puede ampararse en su victoria electoral para forzar precipitadamente una negociaci¨®n 'a la irlandesa', como a la que aludi¨® Xabier Arzalluz. En el entorno de la Moncloa se cree que esa posibilidad ya ha sido desechada por el lehendakari, pero no existe certeza y, por si acaso, se prodigan los mensajes y se?ales.
Tercer pilar europeo
Los asesores presidenciales est¨¢n tambi¨¦n molestos por el alcance de las declaraciones de Ibarretxe sobre la necesidad de combinar el acuerdo sobre el Concierto Econ¨®mico con la mayor presencia del Gobierno vasco en las instituciones europeas. Moncloa recuerda que el programa electoral peneuvista no hablaba tanto de presencia del Gobierno vasco en ¨¢mbitos relacionados con temas fiscales, sino que ped¨ªa, mucho m¨¢s expl¨ªcitamente, estar presente en el llamado 'tercer pilar', es decir, en la discusi¨®n de los asuntos relativos a Justicia e Interior. Y el PP, que ha convertido la existencia de un espacio judicial europeo en una de sus grandes batallas pol¨ªticas, no est¨¢ dispuesto a ceder ni a llevar al PNV a su lado.
De las garant¨ªas de seguridad que ofrezca y del mensaje que lance Ibarretxe en la sesi¨®n de investidura depender¨¢, en buena parte, el futuro de cualquier posible mesa de negociaci¨®n. Los socialistas ya han hecho llegar al lehendakari que esperar¨¢n a o¨ªrle antes de realizar nuevos an¨¢lisis. 'Queremos estar seguros de que se ha producido un giro en el PNV y que la imagen de distensi¨®n y comprensi¨®n que transmite el lehendakari no es un espejismo que cede ante el empuje de quienes defendieron Lizarra o ante las amenazas de los terroristas', explica un miembro de la actual ejecutiva vasca.
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