Aznar inicia hoy su segunda visita a Mosc¨² con una cena con Putin
La presidencia espa?ola de la UE en 2002 despierta el inter¨¦s de Rusia
Aznar pasar¨¢ menos de dos d¨ªas en Mosc¨². El mi¨¦rcoles por la ma?ana partir¨¢ rumbo a Liubliana (Eslovenia) y, al caer la noche de ese mismo d¨ªa, llegar¨¢ a Madrid. En la capital rusa, el jefe del Ejecutivo espa?ol desayunar¨¢ con empresarios espa?oles que quieren pulsar si ha mejorado el clima para invertir, clausurar¨¢ el seminario en que ¨¦stos participar¨¢n, se reunir¨¢ con ni?os de la guerra (llegados a la antigua URSS durante la guerra civil) y con el conjunto de la colonia espa?ola, tendr¨¢ citas con los presidentes de la Duma y el Consejo de la Federaci¨®n, cenar¨¢ con destacados hispanistas, mantendr¨¢ otro encuentro privado con Vlad¨ªmir Putin y presidir¨¢ con ¨¦l la reuni¨®n plenaria de ambas delegaciones.
Se trata de un programa muy apretado que dif¨ªcilmente esconde la ausencia de fuertes contenidos concretos. Es poco probable que Aznar ponga en aprietos a su anfitri¨®n hurgando en heridas como la violaci¨®n de los derechos humanos en Chechenia o los peligros que corren en Rusia el pluralismo o la libertad de prensa. Tuvo oportunidad de pronunciarse con rotundidad hace un a?o cuando Vlad¨ªmir Gusinski, el patr¨®n del grupo period¨ªstico Media Most, fue detenido precisamente mientras Putin estaba de visita oficial en Madrid. Y prefiri¨® eludir las cr¨ªticas.
Putin ha concedido a Aznar un trato privilegiado. Poco despu¨¦s de tomar posesi¨®n como presidente de Rusia visit¨® Espa?a, antes incluso que Francia o Alemania, y acept¨® institucionalizar cumbres anuales, como las que se celebran con pa¨ªses de mayor peso pol¨ªtico internacional. Y el jefe del Gobierno espa?ol le premia reconociendo su contribuci¨®n a la estabilidad de Rusia, elogiando el proceso de reformas, comprometi¨¦ndose a favorecer la integraci¨®n del pa¨ªs en Europa y estimulando el aumento de las inversiones espa?olas con medidas como la ampliaci¨®n desde 40 hasta 250 millones de d¨®lares (de 7.500 a 47.000 millones de pesetas) de la cobertura a las operaciones comerciales.
Para el Kremlin, adem¨¢s, Espa?a tiene ahora un renovado inter¨¦s, en la perspectiva de la presidencia de la UE en el primer semestre de 2002, que coincidir¨¢ con el 25? aniversario del establecimiento de relaciones diplom¨¢ticas. Eso har¨¢ que Aznar vuelva a Mosc¨² para presidir por parte comunitaria la cumbre Rusia-UE.
La troika comunitaria se reuni¨® precisamente el pasado jueves con Putin, que present¨® a su pa¨ªs como un socio 'fiable'. El presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, el primer ministro sueco, Goran Persson, y el responsable de pol¨ªtica exterior y de seguridad de la Uni¨®n, Javier Solana, minimizaron las discrepancias y se mostraron dispuestos a apoyar la entrada de Rusia en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio y a promover un 'espacio econ¨®mico unificado'.
La visita de Aznar ha sido precedida de varias de menor nivel, como la que efectu¨® en julio pasado el entonces titular de Interior, Jaime Mayor Oreja, que suscribi¨® un protocolo de cooperaci¨®n policial para luchar contra el crimen organizado, el terrorismo, el narcotr¨¢fico, el blanqueo de dinero y la emigraci¨®n ilegal.
Se est¨¢ negociando hasta el ¨²ltimo momento la eventual firma de compromisos concretos. El de transporte mar¨ªtimo se cerr¨® el viernes, pero persist¨ªan diferencias de detalle en el de transporte terrestre, mientras que el secretario de Estado de Econom¨ªa, Juan Costa, intentaba dejar listo el protocolo de conversi¨®n de deuda rusa a Espa?a: unos 350.000 millones de pesetas, de los que dos tercios son herencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Lo que es seguro es que no se suscribir¨¢ el acuerdo sobre intercambio de centros culturales, que debe permitir la apertura del Instituto Cervantes en Mosc¨². Ya hay un edificio elegido en la zona del viejo Arbat, pero la compra a¨²n se enfrenta con algunas dificultades.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.