Santa Quiteria

Protege las fuentes como una bella n¨¢yade de cuando el centro del mundo no era m¨¢s que un perenne surtidor, manando en las cuatro cardinales direcciones aguas de la vida, los r¨ªos de la eterna juventud. Y la fiesta de Santa Quit¨¨ria, salvada de las aguas por un cesto protector, se celebra hoy, en el mayo del agua -Aigua de maig, el b¨¦ desitjat- y su culto, el mes en que im¨¢genes y reliquias sagradas pasean o son ba?adas en m¨¢gicas aguas para dotar a los sembrats de molta r¨¤bia. No es, pues, raro que Castellfort peregrine a la santa Font a honrar a la aguadera, festejada cerca de veneros en la Todolella, Olocau o Tirig. Tampoco es extra?o que sus ermitas de la Puebla de San Miguel y Calles custodien el Turia, que desde Pina y Tor¨¤s se ampare al Palancia o se preserve al Millars desde Ara?uel y Almassora, en plenas fiestas mayores a la moreneta, a la que canta 'Pues, cual clara luz celeste, brillas, Quiteria, en la altura, l¨ªbranos de calenturas, de langosta, rabia y pestes'. Y es que, en defensa de su pureza virginal se dej¨® decapitar y devorar por ardientes perros, a fin de que su sangre se convirtiera en fecundador manantial. Por ello, la santa cefal¨®fora se invoca contra males cerebrales e hidrofobias: Gloriosa santa Quit¨¨ria, vulgueu-nos afavorir, guardeu-nos de mal de r¨¤bia, que ¨¦s mal que no es pot sofrir.-