Un t¨ªtulo ya merecido

Otro, en su lugar, estar¨ªa muerto de miedo. Alguien que hubiera perdido sus ¨²ltimas tres finales: una Copa del Rey y una Recopa, con el Mallorca, y una Liga de Campeones, con el Valencia. Pero H¨¦ctor C¨²per no. Es demasiado duro o, al menos, se ha educado muchos a?os para serlo. A sus 45 a?os, y ante su tercera final europea consecutiva, experimenta una doble sensaci¨®n: por una parte, que ya merece ganarla; por otra, que, si la pierde, se sentir¨¢ afortunado por haber llegado.

Los dos, como se ve, son pensamientos positivos. El primero se enmarca perfectamente en la filosof¨ªa de C¨²per, que tanto conf¨ªa en la recompensa al trabajo. El segundo es un hecho. Pocos entrenadores han conseguido repetir tantas finales consecutivas -s¨®lo los italianos Lippi y Capello- y ninguno en equipos tan poco habituado a ellas. 'Segundo es una palabra hermosa', ha declarado C¨²per en una entrevista al diario argentino Ol¨¦.

'Me duele decirlo, pero no he ganado nada', sentenci¨® ayer el t¨¦cnico argentino. Y es cierto. Tan s¨®lo una Conmebol con el Lan¨²s, muy poco para un entrenador tan respetado en Europa y anhelado por el Barcelona y el Inter.

En este momento crucial de su carrera y de su vida, C¨²per se siente especialmente unido a sus jugadores, con los que dice compartir un permanente contacto 'profesional y, ?por qu¨¦ no decirlo?, sentimental': 'Nos estamos dando ¨¢nimos constantemente'. En contra de su costumbre, C¨²per dej¨® entrever v¨ªnculos afectivos con los futbolistas. De ah¨ª que se explicara su gesto de golpearles en el pecho antes de salir al campo: 'Es el ¨²ltimo empuj¨®n para que el equipo tenga esp¨ªritu, car¨¢cter, coraz¨®n. Pero tambi¨¦n porque as¨ª ya reciben el primer golpe y saben que van a soportar muchos m¨¢s'.