La Universidad de Barcelona elige nuevo rector

El claustro de la UB lo componen 510 personas: 300 profesores, 150 estudiantes y 50 miembros del personal administrativo y de servicios (PAS), adem¨¢s de los presidentes de las divisiones y los vicerrectores. Ayer votaron 381 claustrales, de los que 28 lo hicieron por correo, lo que significa que muy probablemente no podr¨¢n hacerlo hoy. Tanto los colectivos estudiantiles como los del PAS anunciaron en sus intervenciones que votar¨ªan en blanco, aunque finalmente el total de quienes optaron por esta posibilidad qued¨® muy lejos de la cifra de 200 claustrales que representan a estudiantes y PAS. En cualquier caso, ni unos ni otros renunciaron a apoyar hoy en la segunda vuelta a cualquiera de los tres candidatos.

La UB tiene m¨¢s de 67.000 estudiantes y 4.164 profesores, y sus instalaciones se extienden por toda el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. De ella dependen numerosas fundaciones de enorme presencia ciudadana y de gran peso cient¨ªfico e investigador, como la Bosch i Gimpera o el IDIBAPS, entre otras. De su tama?o y complejidad da idea el que se configure en cinco divisiones, por encima de las tradicionales facultades.

Sin embargo, de la intervenci¨®n ayer de los tres candidatos, as¨ª como de los claustrales que pidieron la palabra, se desprend¨ªa claramente que la instituci¨®n atraviesa por una profunda crisis, que se siente postergada por las administraciones y que su diversidad y su tama?o pesan mucho a la hora de establecer prioridades.

La peculiaridad de esta elecci¨®n estriba en que ser¨¢ b¨¢sicamente el mismo claustro que eligi¨® a Antoni Caparr¨®s el que escoja hoy a su sucesor. Los tres candidatos anunciaron ayer su decisi¨®n de someterse a un voto de confianza del nuevo claustro que debe ser elegido en un plazo de seis meses, lo que supone un problema de legitimidad. El propio Caparr¨®s pudo escuchar ayer las cr¨ªticas que se vertieron contra su decisi¨®n. Adem¨¢s de coincidir en este punto, los tres candidatos fueron un¨¢nimes tambi¨¦n en sus cr¨ªticas al proyecto de Ley de Universidades del Gobierno del PP, que fue calificado de 'malo' por lesionar la autonom¨ªa de las universidades.

Las fundaciones

El economista Tugores, presidente de la divisi¨®n de Ciencias Jur¨ªdicas, Econ¨®micas y Sociales, anunci¨® un 'nuevo modo' de negociar con las administraciones, a las que exigi¨® m¨¢s dinero para la UB y anunci¨® tambi¨¦n una revisi¨®n a fondo del modelo de fundaciones e institutos de investigaci¨®n dependientes de la universidad, el denominado grupo UB, del que se debe 'recuperar el control' y buscar la actuaci¨®n conjunta y coordinada de los patrones de estas instituciones. 'Habr¨¢ sorpresas', anunci¨®.

El qu¨ªmico Rubiralta, vicerrector de investigaci¨®n y principal impulsor del parque cient¨ªfico de Pedralbes, no se qued¨® corto en reclamar m¨¢s inversiones de la Administraci¨®n. Pidi¨® 'respeto' para la UB y asegur¨® que tiene que recuperar el peso espec¨ªfico no ya s¨®lo en Catalu?a, sino dentro del contexto espa?ol.

A juicio del tambi¨¦n qu¨ªmico Canela, vicerrector de Econom¨ªa y Organizaci¨®n y militante de CiU, hay que 'recoser' la UB, que en estos momentos es 'una federaci¨®n de centros'. En opini¨®n de Canela, un buen programa 'es un buen diagn¨®stico'.

Tan pronto se conoci¨® el resultado de la votaci¨®n, los presidentes de las divisiones convocaron una reuni¨®n con los tres candidatos para, supuestamente, negociar alianzas o fusiones de listas. Por su parte, los representantes de la plataforma que re¨²ne a la mayor¨ªa de estudiantes y los de la que agrupa al grueso del PAS parec¨ªan dispuestos igualmente a dejarse querer por alguno de los candidatos.

Tugores se mostr¨® abierto a pactar -'examinar el mensaje que nos ha mandado el claustro'- e incluso ofreci¨® al PAS que la gerencia de la universidad pudiera ser ocupada por uno de sus miembros. 'Vamos a decidir lo que es mejor para la universidad porque la idea es garantizar la cohesi¨®n', dijo. 'No descarto nada', a?adi¨®. Todo lo contrario que Canela, quien insisti¨® en que ni retiraba su candidatura ni se aliaba con otro candidato. Tampoco Rubiralta se mostraba muy dispuesto a entrar en 'negociaciones extra?as que debiliten la instituci¨®n'.