La apuesta de Maragall se mantiene
48 plataformas de Ciutadans pel Canvi siguen activas 15 meses despu¨¦s de las elecciones
Un a?o y medio despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas catalanas, el invento creado en 1999 por Pasqual Maragall para ampliar el espacio electoral socialista, la plataforma Ciutadans pel Canvi, sigue vivo. La intenci¨®n de sus promotores, y del propio Maragall, era disolver la plataforma despu¨¦s de las elecciones. Pero una gran mayor¨ªa de los adheridos ha querido continuar la batalla, hasta lograr el objetivo que entonces se les escap¨® por un diputado: colocar a Maragall en la presidencia de la Generalitat. El s¨¢bado se re¨²nen en convenci¨®n, en Girona.
La consolidaci¨®n se ha producido, pero con el zig-zag caracter¨ªstico de todo lo que concierne a Maragall. Tras las elecciones, Maragall propuso a los miembros de la plataforma que se integraran en el PSC. Cual no fue su sorpresa al comprobar que en menos de un a?o muchas de las plataformas territoriales y sectoriales de Ciutadans estaban tan consolidadas como para rechazar la invitaci¨®n y apostar por la continuidad de la f¨®rmula original. Es decir, por la vigencia de una agrupaci¨®n de voluntarios comprometidos a trabajar por la formaci¨®n de una mayor¨ªa progresista en el Parlamento catal¨¢n, integrada por independientes afines al PSC y a Iniciativa per Catalunya-Verds.
El activismo de Ciutadans pel Canvi se ha dirigido a fomentar el debate pol¨ªtico y la participaci¨®n ciudadana. Es una organizaci¨®n muy leve. Unos 500 adheridos participan regularmente en sus actividades, otros 2.500 lo hacen intermitentemente y 6.000 est¨¢n conectados voluntariamente por correo electr¨®nico.
En la actualidad hay 48 plataformas activas. Una vez cada tres meses re¨²nen a una coordinadora formada por un representante de cada una de ellas. Una comisi¨®n permanente de 20 miembros gestiona el d¨ªa a d¨ªa. Tienen locales abiertos en Barcelona, Girona, L'Hospitalet y El Prat de Llobregat. La provincia de Girona es, sin embargo, el ¨²nico ¨¢mbito en el que se mantiene el esquema original. Es decir, una organizaci¨®n que sigue apostando por la triple coalici¨®n PSC-Ciutadans pel Canvi-Iniciativa.
Un elemento decisivo para la continuidad de las plataformas fue que entre los 52 diputados elegidos en la candidatura de Maragall, 15 figurasen como ciutadans pel canvi. Aunque luego result¨® que tres de ellos eran submarinos del PSC colocados por el aparato del partido, que desconfiaba de la iniciativa de Maragall.
La relaci¨®n org¨¢nica con el PSC se canaliza a trav¨¦s de reuniones bimensuales con el primer secretario, Jos¨¦ Montilla. No ha habido problemas destacables, aunque en alguna ocasi¨®n Ciutadans pel Canvi o alguno de sus diputados ha ido por su cuenta. Por ejemplo, pronunci¨¢ndose en contra del desfile militar del D¨ªa de las Fuerzas Armadas en Barcelona. O votando dos veces en el Parlamento catal¨¢n contra la posici¨®n del PSC.
Maragall proyecta reeditar la candidatura PSC-Ciutadans pel Canvi en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, aunque la f¨®rmula ha sido en parte desnaturalizada por el hecho de que, hace un a?o, el congreso del PSC le eligi¨® presidente del partido. En octubre de 1999, Maragall era un candidato socialista que se defin¨ªa como liberal, marcaba distancias con el PSC y lideraba una plataforma propia en la que se agrupaban los maragallistas. Entre PSC, Ciutadans pel Canvi e Iniciativa-Verds formaron una coalici¨®n electoral. Pero ahora Maragall ya ha olvidado sus cr¨ªticas al PSC, s¨®lo en Girona se mantiene el esquema original y, adem¨¢s, Iniciativa-Verds ha anunciado que quiere acudir por su cuenta a las auton¨®micas.
A la convenci¨®n del s¨¢bado se han inscrito 315 adheridos. Debatir¨¢ tres ponencias sobre la sociedad de la informaci¨®n, los medios de comunicaci¨®n, y sobre desarrollo econ¨®mico y cohesi¨®n. Han tenido tres redactores de lujo: Erika Mann, Josep Ramoneda y Luis Lemkow. Esperan un buen discurso de Maragall.
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