Aclaraci¨®n
El pasado domingo 20 de mayo se publicaba en este diario un reportaje titulado: Grietas en la causa de la paz, en el que se recog¨ªan declaraciones de diversos grupos sociales vascos relacionados con la lucha por la paz sobre la valoraci¨®n que estos grupos realizan de los recientes resultados electorales. Entre estas opiniones figura la de Gesto por la Paz, aunque, seg¨²n nuestro entender, de una manera parcial que podr¨ªa generar alg¨²n equ¨ªvoco que desear¨ªamos subsanar.
El periodista ha decidido eliminar toda la extensa menci¨®n que se le hizo sobre la continuidad, pese a la convocatoria electoral y sus resultados concretos, de los graves problemas de seguridad que afectan a la vida y a las libertades de miles de ciudadanos debido a la violencia de persecuci¨®n de ETA y de sus colaboradores. S¨®lo tras insistir en nuestra honda preocupaci¨®n al respecto y de realizar una llamada tanto a quienes acaben gobernando esta comunidad aut¨®noma como a quienes deban ejercer la oposici¨®n, me permit¨ª afirmar que el perceptible cambio de clima pol¨ªtico y el posible desbloqueo de la crispaci¨®n y frentismo de la pasada legislatura eran fuente de un moderado optimismo.
Finalmente me gustar¨ªa a?adir dos precisiones adicionales. En primer lugar, nuestros 130 grupos funcionan gracias a la colaboraci¨®n voluntaria y desinteresada de varios miles de personas, m¨¢s all¨¢ de las 300 que se citan en el art¨ªculo y que constituyen el n¨²cleo m¨¢s activo de nuestra organizaci¨®n. En segundo lugar, recordar que Gesto por la Paz ha realizado y va a seguir realizando muchas otras actividades adem¨¢s de las concentraciones silenciosas para condenar los atentados mortales.
Recordar este extremo es muy importante cuando desde diversas instancias se critica nuestra estrategia, obviando que Gesto ni ha sido, ni es, ni va a ser una organizaci¨®n silenciosa. En sus ya m¨¢s de quince a?os de existencia, a trav¨¦s de notas y ruedas de prensa, manifiestos le¨ªdos tras movilizaciones de todo tipo, documentos de reflexi¨®n publicados o nuestra revista, hemos generado un importante discurso pacifista. Otra cuesti¨®n bien distinta es que muchas personas leg¨ªtimamente no compartan, o lo hagan s¨®lo de manera parcial, nuestro mensaje.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.