'El control de la venta de armas no puede estar en manos de los fabricantes'

Diez mil valencianos colaboran con M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF). Treinta a?os de lucha por la vida han acreditado a esta ONG como una de las m¨¢s respetadas. Pionera en el uso de Internet, su p¨¢gina web (www.msf.es) ha merecido prestigiosos premios. La red ha sido una gran aliada en su reciente campa?a contra las multinacionales farmac¨¦uticas para evitar la demanda contra el Gobierno surafricano por su plan para hacer los medicamentos esenciales m¨¢s asequibles a su poblaci¨®n. El pr¨®ximo domingo MSF, Amnist¨ªa Internacional e Interm¨®n Oxfam celebran una fiesta, en los jardines de Viveros de Valencia, para difundir una nueva campa?a con t¨ªtulo de novela de Hemingway: Adi¨®s a las armas. H¨¦ctor Aranda, delegado de MSF para la Comunidad Valenciana y Murcia, tiene 35 a?os, dos hijos y se vincul¨® a la organizaci¨®n cuando hizo la prestaci¨®n social sustitutoria. M¨¦dico de atenci¨®n primaria y diplomado en medicina tropical, ha trabajado en Bolivia y en Georgia.

P. ?Cu¨¢les son los objetivos de la campa?a Adi¨®s a las Armas?

R. Un primer objetivo es que el Gobierno informe con transparencia al Parlamento sobre la producci¨®n y comercializaci¨®n de armas ligeras. Tambi¨¦n que se respete el c¨®digo de conducta europeo sobre la venta de estas armas y material de doble uso. Y finalmente, que los pa¨ªses desarrollados impulsen programas de recompra y destrucci¨®n. Es decir, cambiar armas por desarrollo.

P. ?De qu¨¦ sirve la transparencia en el comercio de armas?

R. En un Estado de derecho, el Parlamento ejerce un control sobre la acci¨®n del Gobierno. Sabemos que muchas de las armas ligeras que Espa?a produce y comercializa terminan en manos de grupos armados y de Estados que no respetan los derechos humanos. Dif¨ªcilmente se puede evitar esto si el Parlamento y los ciudadanos carecen de informaci¨®n veraz.

P. Aqu¨ª les falta el apoyo del PP para que las Cortes Valencianas se pronuncien a favor de la transparencia en el comercio de armas.

R. No vemos una posici¨®n coherente por parte del PP. Muchos ayuntamientos y parlamentos auton¨®micos han aprobado mociones favorables a la campa?a, en muchos casos con los votos del PP. Y en un pleno del Ayuntamiento de Valencia, el PP vot¨® en contra alegando que la campa?a tiene 'connotaciones pol¨ªticas'. ?Qu¨¦ perspicacia!

P. ?Qu¨¦ limitaciones m¨ªnimas deber¨ªa respetar Espa?a en el comercio de armas?

R. Deber¨ªa prohibirse expresamente la transferencia de material y tecnolog¨ªa militares cuando no existan garant¨ªas firmes de que no contribuir¨¢n a la violaci¨®n de los derechos humanos. Actualmente, el 35% de las exportaciones espa?olas de armas van a parar a pa¨ªses donde se violan los derechos humanos. No existe un exhaustivo control parlamentario mediante informes trimestrales a trav¨¦s de un registro, ya que en muchos casos se emboscan las cifras cambiando el c¨®digo arancelario. Por ¨²ltimo, deber¨ªa prohibirse que los responsables del control del comercio de armas formen parte de los consejos de administraci¨®n de las principales empresas de armamento como CASA y Baz¨¢n.

P. ?De qu¨¦ sirven las medidas de control del comercio de armas si no se aplican con car¨¢cter internacional?

R. Tambi¨¦n estamos presionando de manera conjunta en el ¨¢mbito internacional porque entendemos que el problema es global: c¨®digos de conducta y protocolos de la ONU.

P. ?Somalia es un reto imposible para ustedes?

R. Los equipos han sido evacuados a Nairobi hasta que se tome una decisi¨®n, pero no nos hemos retirado de manera definitiva de Somalia. Es muy dif¨ªcil decidir, ya que por un lado est¨¢ la seguridad de nuestros expatriados y de los trabajadores somal¨ªes, y por otro la situaci¨®n de abandono en que subsiste la poblaci¨®n. Desde MSF denunciamos que en Somalia hay un conflicto olvidado por la comunidad internacional y quienes est¨¢n pagando las consecuencias son los civiles somal¨ªes

P. ?En qu¨¦ va a consistir el trabajo de MSF con los drogodependientes?

R. Los proyectos llamados de cuarto mundo se orientan a poblaci¨®n excluida. No buscan hacer el trabajo que corresponde a los servicios p¨²blicos, sino facilitar la integraci¨®n de personas que est¨¢n fuera del acceso a la sanidad y servicios sociales. En la Comunidad Valenciana no tenemos proyecto de cuarto mundo, pero nuestros voluntarios han llevado a cabo acciones puntuales en Murcia.

P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece la pol¨ªtica Gobierno respecto a las ONG?

R. El Gobierno del PP y cualquier otro deben respetar la autonom¨ªa de las organizaciones de la sociedad civil. Es inaceptable una pol¨ªtica de estado orientada al control -cuando no utilizaci¨®n partidista- de las ONG con el chantaje de los fondos gubernamentales como tel¨®n de fondo.