El factor campo eleva al Ciudad Real

Vesselin Vujovic lo consigui¨®. El ex azulgrana y ex mejor balonmanista del mundo, lleg¨® iniciada ya la temporada, hace cinco meses, al banquillo del Ciudad Real sustituyendo a Rafa L¨®pez Le¨®n y ayer vivi¨® su primer d¨ªa de gloria. Su equipo se clasific¨® para la final de la Copa por primera vez al derrotar al Valladolid, finalista en 2000, por 26-23. Hoy (16.30, La 2) se enfrentar¨¢ al Portland en una final te¨®ricamente desigual, pero que el factor campo puede equilibrar.

La de hoy ser¨¢ la segunda gran cita del Ciudad Real, un equipo con 20 a?os de historia pero s¨®lo diez en la Divisi¨®n de Honor. En la anterior, en 1999, cedi¨® el t¨ªtulo de la City Cup al Flensburg, alem¨¢n. 'Esta vez', coment¨® Vujovic, 'saldremos a ganar. Tenemos enfrente a un gran rival, pero no podemos fallar'.

Ganador nato, Vujovic se pas¨® el partido pegando broncas a sus jugadores cuando comet¨ªan errores. Debe de resultar dif¨ªcil jugar con un entrenador tan cr¨ªtico. S¨®lo sonri¨® al final, cuando el partido estaba ganado. Sus pupilos no entran en valoraciones. '?l es as¨ª', dicen.

El encuentro se convirti¨® en un correcaminos continuo como consecuencia de los errores de los dos equipos. Result¨® emotivo porque el marcador siempre se mantuvo igualado, pero tuvo poca calidad. La clave se produjo superados ya los 20 minutos de la segunda parte, cuando Juan Carlos Pastor, el t¨¦cnico del cuadro vallisoletano, plante¨® una defensa en 5-1 con salidas incluso al 4-2 para romper la circulaci¨®n del bal¨®n en el ataque rival. Aquello les llev¨® a la igualdad (21-21). Pero all¨ª comenz¨® tambi¨¦n la d¨¦b?cle. Dos errores en el ataque y una decisi¨®n arbitral discutible dejaron el camino libre a los locales, que se colocaron con un 24-21, una diferencia ya insuperable.