Educaci¨®n refuerza su plan para reducir el absentismo del alumnado gitano

En Andaluc¨ªa viven aproximadamente unos 60.000 ni?os gitanos, de los que unos 8.000 tienen entre 3 y 5 a?os, edad de acceso al sistema educativo. Con el fin de paliar el absentismo escolar registrado en algunas zonas socioec¨®nomicamente desfavorecidas, la Junta ha adoptado diversas iniciativas para garantizar la escolarizaci¨®n plena y continuada de la poblaci¨®n infantil gitana, promoviendo una educaci¨®n intercultural donde la cultura gitana sea un factor de enriquecimiento para todos los ni?os que comparten el aula y no un hecho marginal.

Dentro de estas iniciativas se encuentra la que desde 1989 desarrolla la Federaci¨®n de Asociaciones Roman¨ªes Andaluzas (FARA) en colaboraci¨®n con el Gobierno andaluz y el central. En un principio estos programas se centraban en la escolarizaci¨®n de los ni?os gitanos, pero ahora, se centra en combatir el absentismo y el fracaso escolar, problemas prioritarios.

El coordinador regional del programa de apoyo a la escolarizaci¨®n infantil gitana, Jos¨¦ Mar¨ªa Aumesquet, asegura que el objetivo de la plena escolarizaci¨®n del alumnado gitano est¨¢ a punto de cumplirse, pues seg¨²n los datos que maneja su asociaci¨®n s¨®lo un 5% de los ni?os gitanos en edad de escolarizaci¨®n no est¨¢n matriculados.

Para Aumasquet el gran problema en este momento es dar con la forma de reducir el alto nivel de absentismo y de fracaso escolar que registra el alumnado gitano, cuyas cotas m¨¢s altas se dan en los alumnos de entre 12 y 16 a?os (ESO), hecho que seg¨²n ¨¦l reside en que la escuela ofrece 'pocos atractivos para los ni?os gitanos'.

Una afirmaci¨®n que ratifican los datos que ¨¦l mismo ha recogido a trav¨¦s del programa de concienciaci¨®n que la FARA ha realizado en m¨¢s de 100 centros escolares de Andaluc¨ªa. S¨®lo el 27,4% de alumnos gitanos llegan a cursar estudios de Secunadaria frente al 55% que lo hacen en Primaria. El coordinador regional de FARA achaca esta diferencia a la falta de un planteamiento intercultural en el sistema, a la precaria formaci¨®n de los profesores para tratar con ni?os que presentan problemas de adaptaci¨®n y a la carencia de monitores de refuerzo que se encarguen de asesorar a las familias de los ni?os y a realizar un seguimiento de los alumnos.

Precisamente en este aspecto se centran las medidas de refuerzo anunciadas por Educaci¨®n, que facilitar¨¢ la contrataci¨®n de monitores espec¨ªficos que intervienen en el proceso educativo como mediadores entre las familias y los centros educativos. Adem¨¢s, estos monitores asesorar¨¢n a las familias de los alumnos sobre los diversos tr¨¢mites administrativos que deben seguirse para la matriculaci¨®n de sus hijos as¨ª como de las campa?as sanitaras, socioculturales l¨²dicas y deportivas que se emprendan para facilitar su integraci¨®n social.