La Chanca
Es ¨²til buscar de vez en cuando nuestro reflejo en el pasado para evitar enloquecer de soberbia por haber tenido la suerte de nacer en la orilla rica del Mediterr¨¢neo. Estos d¨ªas tenemos la oportunidad de vacunarnos contra la amnesia leyendo el que es probablemente el libro m¨¢s citado y a la vez el menos le¨ªdo de Juan Goytisolo.
La Chanca es un libro que circul¨® clandestinamente durante el franquismo y que s¨®lo fue publicado, en edici¨®n de bolsillo, a comienzos de los ochenta. Es un viaje inici¨¢tico a la miseria que arranca hace cuarenta y tantos a?os desde la nostalgia de los desterrados 'pol¨ªticos y econ¨®micos' en la ciudad de Par¨ªs.
Goytisolo describe un mundo en el que el tiempo parece haberse detenido. La descripci¨®n que hace de la ciudad de Almer¨ªa se parece much¨ªsimo a la que hab¨ªa hecho Gerald Brenan en Al sur de Granada, cuarenta a?os atr¨¢s.
Cuando Goytisolo comenzaba su primer viaje a La Chanca, un joven almeriense de casi su misma edad se internaba por el barrio con una c¨¢mara de fotos colgada al cuello. Carlos P¨¦rez Siquier sigui¨® fotografiando sus calles y sus gentes durante quince a?os. Ya para entonces era reconocido como uno de los grandes renovadores de la fotograf¨ªa espa?ola.
Recientemente, el departamento de publicaciones de la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas ha reeditado, a la vez, el texto de Goytisolo y una amplia muestra de las fotos de P¨¦rez Siquier. Dos libros excelentes para vacunarnos contra el olvido.
Hace tiempo que vengo persiguiendo las publicaciones de la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas, y digo lo de perseguir porque resulta muy dif¨ªcil encontrarlas. Ahora vienen publicando los cat¨¢logos, provincia por provincia, de la labor de investigaci¨®n que han desarrollado sobre los cortijos andaluces y que ya dio lugar a una exposici¨®n.
Casi a la vez que sal¨ªan de imprenta los libros de Goytisolo y P¨¦rez Siquier, aparec¨ªa tambi¨¦n un primoroso estudio sobre la Medina de Tetu¨¢n. Son siempre libros editados con celo, que, por lo que me cuentan los que saben de estas cosas, no s¨®lo gustan a los curiosos como yo, sino que han ganado buena reputaci¨®n en el mundillo de la arquitectura.
Lo que no se entiende es por qu¨¦ estos libros, como en general el resto de las publicaciones de la Junta de Andaluc¨ªa, tienen tal vocaci¨®n de clandestinidad. ?Ser¨¢ modestia? Desgraciadamente, parece m¨¢s bien ineficacia. Resulta inexplicable que estos libros no tengan una distribuci¨®n decente. No se entiende c¨®mo, por ejemplo, no se ofrecen a la venta en la p¨¢gina web de la Junta.
Esta vocaci¨®n por la clandestinidad es compartida por muchos ayuntamientos y diputaciones que editan ocasionalmente obras que merecen la pena. Sin duda, no tendr¨ªan por qu¨¦ ocuparse de estas cosas, pero lo hacen porque se ven empujados a actuar de manera subsidiaria. Si no fuese por la Diputaci¨®n de Sevilla, no podr¨ªamos leer la Obra narrativa completa de Chaves Nogales. Si no fuera por la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas no podr¨ªamos leer La Chanca.
Nuestros editores, ya se sabe, est¨¢n en otras cosas.
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