Los candidatos se centran en temas sociales ante la apat¨ªa por el euro
Los candidatos, alertados por los sondeos, han dado un giro social a la campa?a. Las encuestas han puesto de relieve que los brit¨¢nicos se sienten mucho m¨¢s interesados por los problemas de la vida diaria que por la trascendental pero lejana pol¨¦mica sobre el euro, la libra esterlina y la independencia monetaria.
Acatando esos deseos, los laboristas lanzaron el lema con el que abordan la semana final de la campa?a: 'El jueves, vota por los hospitales, vota por las escuelas'. Los conservadores, dejando algo de lado sus obsesiones antieuropeas, se centraron en atacar al Gobierno de Tony Blair asegurando que tienen evidencias de que proyectan imponer una tasa secreta a los subsidios infantiles y romper los actuales topes a las contribuciones a la Seguridad Social. Y los liberales-dem¨®cratas consagraron la jornada a ofrecer 'seguridad y dignidad' a los pensionistas prometiendo aumentar las pensiones, transporte gratuito en autobuses p¨²blicos a los mayores de 60 a?os y flexibilizar la edad de jubilaci¨®n.
El partido Liberal Democr¨¢tico que lidera Charles Kennedy quiere aprovechar la confianza que rodea a los laboristas y la desastrosa campa?a de los conservadores. Los primeros, pese a su liderazgo en las encuestas, no han hecho m¨¢s que mantener la intenci¨®n de voto que ya ten¨ªan al arrancar la campa?a. Pese a que se perfilan como ganadores imparables, una buena parte de quienes les votaron en 1997 parecen dispuestos a no hacerlo ahora, desencantados por una pol¨ªtica basada en la eficacia de lo econ¨®mico en perjuicio de los compromisos en materia social. Anteanoche, en el tradicional debate abierto al p¨²blico del programa de la BBC Question time, Blair tuvo que aguantar muchos m¨¢s reproches que cumplidos y una catarata de acusaciones por el mal estado de la ense?anza p¨²blica, de la sanidad y del transporte.
La abstenci¨®n y los liberales-dem¨®cratas aspiran a captar el voto del laborismo desencantado, que dif¨ªcilmente puede dirigirse a un Partido Conservador que no ha sido capaz de presentar una alternativa constructiva.
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