Des¨¢nimo y moderaci¨®n
La baja participaci¨®n en las elecciones del Athletic es el peor s¨ªntoma del des¨¢nimo en el club. La indiscutible fidelidad de sus socios y seguidores no ha impedido el rechazo a una situaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica que preocupante. El proceso electoral no ha despejado las dudas de los aficionados. Si acaso, ha aumentado su preocupaci¨®n por la falta de altura de las propuestas, por la incapacidad para diagnosticar los problemas y por la simpleza general. El Athletic, un fascinante objeto de discusi¨®n y an¨¢lisis, merece una mirada m¨¢s profunda, sobre todo en estos tiempos de crisis, cuando se cuestionan algunos de los valores sagrados del club.
De lo que se ha escuchado durante la campa?a apenas queda nada interesante. La victoria de Javier Ur¨ªa se puede interpretar como el triunfo de la cordura frente a la din¨¢mica intempestiva y bastante demag¨®gica de Fernando Lamikiz, que ha intentado sacar provecho del desaliento actual sin ofrecer una alternativa cre¨ªble. Tampoco le ha favorecido su relaci¨®n con Clemente. No ha cre¨ªdo en ¨¦l para presentarle sin tapujos como primera baza electoral. Pero tampoco ha sido capaz de despegarse de un hombre a quien la gente percibe como un grave factor de divisi¨®n. Los aficionados han observado esta especie de relaci¨®n vergonzante como un signo de debilidad en Lamikiz.
M¨¢s que un mensaje atractivo, Ur¨ªa ha ofrecido moderaci¨®n y un par de nombres que suenan bien. Uno es Heynckes y el otro es Zubizarreta. De los dos, el m¨¢s interesante es Zubizarreta, que tiene varios datos a su favor: es inteligente, respetado y conoce mundo. En alguna ocasi¨®n ha demostrado una excelente capacidad de an¨¢lisis de los problemas del Athletic, que pasan por su ubicaci¨®n en los tiempos de Bosman; por el papel de una singularidad que durante casi 100 a?os hizo fuerte al equipo y que ahora -sin demasiados motivos novedosos- le vuelve d¨¦bil; por la definici¨®n que se debe hacer de la cantera, sometida a un descr¨¦dito inmerecido por parte de un club que finalmente ha cre¨ªdo m¨¢s en las de Osasuna y la Real Sociedad que en la suya. Zubizarreta, que conoce bien estas y otras incertidumbres, parece el hombre adecuado para resolverlas. De su gesti¨®n depender¨¢ en gran parte el futuro de un club atribulado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.