Becas o subvenciones

Tengo dos hijos estudiando en Barcelona -vivimos en Ibiza- y los costes de tenerlos all¨ª form¨¢ndose son elevados, pero, gracias a las becas que dan los ayuntamientos y las comunidades aut¨®nomas, m¨¢s el esfuerzo l¨®gico de padres, se puede conseguir el objetivo primordial de darles una base de conocimientos que les ayuden a futuros mejores.

Sucede esta vez que, habi¨¦ndole otorgado el Consell insular las ayudas del Gobierno, han dado a uno y le han negado al otro: en igualdad total de condiciones. Presentamos el recurso de apelaci¨®n y nos dicen en Barcelona que sus respuestas tardar¨¢n, ?como m¨ªnimo, un a?o! Si las ayudas se otorgan a familias de escaso poder adquisitivo, con rentas bajas y sin propiedades, en un intento plausible de conseguir que ese escal¨®n de estudiar fuera de casa se haga posible, ?c¨®mo se puede demorar una respuesta que a todas luces no resulta tan dif¨ªcil de resolver, cuando de dos hermanos hay uno que la tiene otorgada?

Un a?o, m¨ªnimo tiempo para responder, me parece una barbaridad. Avanzamos, pero hay todav¨ªa mucho por hacer. Pobres de aquellos que no puedan sostenerse en estos mares con econom¨ªas robustas. El Estado carece de la sensibilidad necesaria en casos que precisan urgentes respuestas. Y los destinos de nuestros j¨®venes, con los que se llenan los discursos de pol¨ªticos y grandes estadistas, quedan a un costado, mientras millones de euros van inopinadamente a flagrantes y sospechosos agujeros sin fondo.-