Una visi¨®n ¨¢cida del sexo y el amor
Roberto Santiago despedaza las relaciones de pareja en su pel¨ªcula 'Hombres felices'
Son los hombres capaces de pensar en otra cosa que no sea el sexo (oral, a ser posible)? No. ?Son las mujeres capaces de vivir sin un ego¨ªsta al lado que les haga la vida imposible? Tampoco. ?Hay alguna esperanza para las parejas? S¨®lo una, que sean capaces de re¨ªrse de s¨ª mismas. Con estos imp¨ªos mimbres morales, tan populares en el cine actual, ha fabricado Roberto Santiago (Madrid, 1968) su primer largometraje, Hombres felices, que fue estrenado el lunes en el Festival de M¨¢laga y que se proyectar¨¢ en salas comerciales dentro de siete d¨ªas. Acompa?ado por algunos de sus actores, Santiago present¨® ayer su ¨®pera prima a la prensa de Madrid.
El matrimonio protagonista de Hombres felices est¨¢ compuesto por ?ngel (Sergi L¨®pez), un personaje que dice a sus amigos que prefiere las felaciones a los coitos porque con ¨¦stos se suda -y lo dice en una sauna-; y Ana (Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n) que al comentario tradicional del marido que llega tarde a casa: 'No vas a creerte lo que me ha pasado', responde con un revelador: 'Yo siempre me lo creo todo'.
En torno a ellos orbitan tres personajes (Pep¨®n Nieto, Mar¨ªa Esteve y Carlos Hip¨®lito) con los que la pareja coincide y tropieza en su torpe b¨²squeda de la felicidad. Tambi¨¦n hay armas, un hada sol¨ªcita, succiones, hijos que son moneda de cambio en una separaci¨®n, un milagro, un atraco, una canci¨®n de Leonard Cohen, varios desnudos, m¨¢s succiones y una madre castradora (Mary Carmen Ram¨ªrez).
Placer y suplicio
Roberto Santiago alab¨® el trabajo de todos sus actores, aunque confes¨® que si rodar con Sergi L¨®pez es un placer, ensayar con ¨¦l es 'un suplicio'. 'Se mete en la piel del personaje hasta tal punto que no lo diferencia de la realidad. No le gusta tanto hacer preguntas como sacar a su personaje del est¨®mago', explic¨®.
Hombres felices (t¨ªtulo que inspir¨® a Santiago la descripci¨®n que hizo su quiosquera de unos j¨®venes que voceaban obscenidades a las paseantes) es, para su autor, 'una comedia de actores' y 'un retrato con humor del machismo'. 'Conozco a muchos hombres que hablan y se comportan distinto cuando hay una mujer delante', cont¨®. 'S¨®lo hacemos pel¨ªculas sobre aquello que nos preocupa', admiti¨®.
El cineasta quiere que su pel¨ªcula sea una invitaci¨®n a pensar sobre 'lo dif¨ªcil que es estar solo y lo mucho m¨¢s dif¨ªcil que es estar con alguien'. ?sta ¨²ltima reflexi¨®n centr¨® ayer las intervenciones del director y los actores.
Esteve sostuvo que la gente anda desorientada por la crisis del modelo de pareja tradicional, 'pero no todas las relaciones terminan tan mal como en la pel¨ªcula'. Nieto argument¨®: 'A nadie le gusta verse reflejado en la pantalla, pero la pel¨ªcula es real porque los hombres y las mujeres no nos entendemos y no nos vamos a entender nunca'. S¨¢nchez-Gij¨®n, que repite el protagonismo que ya tuvo en Ruleta, el primer y ¨²nico corto de Santiago, se declar¨® 'a medio camino' de las dos tesis anteriores. El autor justific¨® la visi¨®n ¨¢cida del amor de Hombres felices al sentenciar que 'incluso en las mejores parejas siempre hay un lado miserable'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.