'Nadie desea un cambio de gobierno'
Hilary Wynes, alcaldesa de Southwark, tiene motivos para sonre¨ªr. El flujo de votantes en su colegio electoral, al sur del T¨¢mesis, ha sido constante desde primera hora de la ma?ana y la experiencia le indica que se animar¨¢ a partir de las 5 de la tarde. 'Tem¨ªamos que la participaci¨®n fuera inferior. La campa?a extraoficial arranc¨® hace meses y la gente comenzaba a hartarse de tanta propaganda', dice. A su lado, Julie Fox, directora de una asociaci¨®n ben¨¦fica, se queja de que el Gobierno ha descuidado a los pensionistas, pero celebra las propuestas de Tony Blair en cuestiones sociales, como sanidad y educaci¨®n. 'Pero no he escuchado ninguna novedad en la campa?a as¨ª que desconect¨¦ a los pocos d¨ªas', a?ade.
'Sab¨ªamos qui¨¦n iba a ganar porque nadie desea un cambio de gobierno', apunta James Toller, corredor de seguros, de 23 a?os. 'Ha faltado brillo en la batalla, pero no se puede hablar de apat¨ªa entre la gente, sino de poca sustancia en los debates. Era de esperarse porque los pol¨ªticos no se arriesgan y menos en plena campa?a'.
La enfermera Cheryl S¨¢nchez tambi¨¦n ech¨® en falta un debate a fondo sobre inmigraci¨®n, ecolog¨ªa y derechos fememinos. 'Los pol¨ªticos viven en otra galaxia, a gran distancia de la gente. Esquivan las preguntas inc¨®modas y dan una imagen desastrosa en cuanto alguien les fuerza a desviarse del gui¨®n preconcebido', critica. De 42 a?os y natural de la isla caribe?a de Trinidad, S¨¢nchez vot¨® ayer por un partido alternativo en protesta por la desesperada situaci¨®n que viven los profesionales de su gremio desde hace d¨¦cadas. 'Blair nos ofrece ahora mucho dinero, pero el problema no son los salarios sino el caudal de papeleo que tenemos que rellenar, la falta de apoyo de la gerencia... No creo que pueda cambiar esta cultura', dice.
En cambio, Neil Browning, inform¨¢tico de 57 a?os, apoy¨® a los conservadores de William Hague porque, se?ala, 'aunque no est¨¢n en condiciones de gobernar, no me f¨ªo de los laboristas'. 'Llegaron en 1997 con propuestas maravillosas, que no han llevado a la pr¨¢ctica. ?C¨®mo se atreven a pedir m¨¢s tiempo cuando no han cumplido la mitad de sus promesas?'.
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