Una historia fascinante
Muchos a?os lleva Mario Vargas Llosa fascinado por Flora Trist¨¢n, una mujer adelantada a su tiempo, que defendi¨® el divorcio y el amor libre, que se hizo obrerista, que viaj¨® constantemente, que public¨® libros como Peregrinaciones de una paria o Feminismo y utop¨ªa.
'A medida que me he ido metiendo en la historia de Flora, me ha ido creciendo la figura de su nieto, Paul Gauguin. Tuvo una vida apasionante. Trabajaba como agente de Bolsa y, a los 28 a?os, por consejo de un amigo, se inscribi¨® en una academia de pintura. Su vida cambi¨®. Ha sido uno de los m¨¢s grandes pintores. Como su abuela, fue un gran viajero y, como su abuela, fue tambi¨¦n a Per¨²'.
El entusiasmo de Vargas crece por momentos cuando habla del tema. '?Qu¨¦ pas¨® en Arles, cuando Van Gogh se cort¨® la oreja? Gauguin estaba all¨ª. Nunca se ha sabido qu¨¦ ocurri¨® exactamente. Su vida, como la de Flora, est¨¢ llena de sombras. Entre los dos ocupan el siglo XIX, el siglo extraordinario de las grandes utop¨ªas, de las grandes ideolog¨ªas, de las grandes ambiciones. Es el siglo de Balzac y de Dickens. Un siglo en el que se so?¨® que se pod¨ªa crear un mundo mejor. Se equivocaron, porque no se puede traer el para¨ªso a la tierra, pero en sus sue?os, con sus ideas, avanzaron mucho'.
Entre la historia y la ficci¨®n, ?puede El para¨ªso en la otra esquina convertirse en otra Fiesta del Chivo? 'Ojal¨¢. Creo que en realidad estoy escribiendo una novela sobre las utop¨ªas. Hablaba antes de esas zonas de sombra. Ah¨ª no puede entrar la historia, pero s¨ª puede hacerlo el novelista. Puede llegar con la ficci¨®n a lo que la historia no puede contar'.
Babelia
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